Mons. Carrara: “En el corazón del Papa están las villas”
Utilizando un término que el Papa dijo en el retiro que predicó a los sacerdotes en el Jubileo de la Misericordia, el nuevo obispo auxiliar manifestó que recibió la noticia con “avergonzada dignidad”, y “sorpresa”.
“En el corazón del Papa están los más pobres”, aseguró monseñor Carrara. “En su corazón están las periferias geográficas y existenciales y, por consiguiente, están las villas”, continuó el nuevo prelado que, al momento de su nombramiento realizaba su trabajo pastoral como párroco de Santa María Madre del Pueblo y vicario episcopal para las villas de emergencia de la ciudad de Buenos Aires.
Junto con él, el papa Francisco nombró a monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, que era párroco de Nuestra Señora de la Cava, en Béccar, como obispo auxiliar de Lomas de Zamora.
“El nombramiento de dos sacerdotes de estos barrios creo que es el reconocimiento, en primer lugar, a estos lugares y, también, a una pastoral que lleva acompañando la vida de estos barrios por casi cincuenta años. Así lo interpreto yo”, expresó monseñor Carrara.
Para su nuevo ministerio pidió: “No olvidarme de los más pobres entre los pobres”. “Y, como nos enseña Francisco, recibir la vida como la vida viene y acompañarla cuerpo a cuerpo y correr fronteras pastorales buscando a la oveja perdida”, añadió y recordó el ejemplo de santo Toribio de Mogrovejo, “obispo que pasaba muy poco tiempo en la sede de su vastísima diócesis y recorría, visitaba, misionaba”.
El nuevo prelado recibirá su ordenación episcopal y asumirá su ministerio el sábado 16 de diciembre, a las 10, en la catedral metropolitana. El consagrante principal será el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, y los co-consagrantes serán el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea; el rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), arzobispo monseñor Víctor Manuel Fernández, y los obispos auxiliares de Buenos Aires monseñor Joaquín Sucunza y monseñor Ernesto Giobando SJ.
“Con respecto a porqué elegí a los obispos consagrantes que elegí es porque cada uno tiene uno o varios dones personales que me gustaría tener y, también, de uno u otro modo me han acompañado en estos años”, concluyó. +
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