Mons. García Cuerva: “La Iglesia tiene una fuerte presencia cerca de los más pobres”
Monseñor García Cuerva -que desempeñaba su ministerio como párroco de Nuestra Señora de la Cava, en Béccar, diócesis de San Isidro- recibió su nombramiento junto con monseñor Gustavo Oscar Carrara, que será obispo auxiliar de Buenos Aires.
“La Iglesia tiene una fuerte presencia en barrios carenciados, cerca de los más pobres”, explicó monseñor García Cuerva. “El padre Gustavo y yo somos, en este caso, la cara visible de un compromiso que la Iglesia asumió con los que sufren, encarnando la opción preferencial por los pobres. Nuestro nombramiento, creo, es una señal hacia esa Iglesia cercana, hacia esas comunidades que desde hace mucho tiempo viven el Evangelio de Jesucristo entre los más pobres”, manifestó.
Si bien es oriundo de Santa Cruz, el nuevo obispo auxiliar de Lomas de Zamora -que recibirá su ordenación episcopal el sábado 3 de marzo de 2018- pertenece al clero de la diócesis de San Isidro. Acompañará ahora en su trabajo pastoral al obispo de Lomas de Zamora y presidente de la comisión episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones SJ, junto con el obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell.
Para monseñor García Cuerva, que será ordenado obispo a los 49 años de edad, los desafíos de su nuevo ministerio “son muy grandes pero, en primer lugar, son conocer y acompañar a la Iglesia de Lomas de Zamora, a sus pastores, a sus comunidades”, expresó y afirmó que tiene “mucho que aprender”. “Es una diócesis muy grande que ojalá pueda ir conociendo, recorriendo, estando cerca de los más pobres, de los que sufren”, añadió.
Será consagrado obispo por monseñor Lugones, obispo de la diócesis en la que ejercerá su ministerio episcopal. Los co-consagrantes serán: monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), “con el que compartí muchos años de mi ministerio sacerdotal trabajando codo a codo en La Cava y desde Cáritas diocesana compartiendo el ideal de una Iglesia en salida, ‘pobre para los pobres’, como dice Francisco”; monseñor Jorge Casaretto, “obispo que me recibió en el seminario y que me ordenó sacerdote en 1997”; monseñor Miguel Ángel D’Ánnibale, “formador mío en el seminario y hoy obispo de la diócesis en la que nací, Río Gallegos”, y monseñor Esteban Laxague SDB, obispo de Viedma, “con quien compartí muchos años la tarea de la Iglesia en la Pastoral Carcelaria, un obispo al servicio de los encarcelados”, detalló monseñor García Cuerva.+
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