Mons. Mestre celebró la misa de fin de año con las familias de los tripulantes del ARA San Juan
Al llegar al lugar, el obispo fue recibido Gabriel Eduardo Attis, capitán de navío comandante a cargo del área Naval Atlántica, quien lo saludó y le agradeció por su presencia durante este tiempo.
El obispo de Mar del Plata hizo llegar a los familiares y a todo el personal el saludo y la cercanía de monseñor Santiago Olivera, obispo castrense. Durante la homilía monseñor Mestre destacó “es una misa difícil para uno como pastor. Como sacerdote, como servidor del Señor hay muchas circunstancias que en la tarea y el servicio no son sencillas. Celebrar la misa de fin de año, empalmando con el año nuevo en las circunstancias que ustedes viven como familia naval y familia de sangre de los 44 tripulantes que están desaparecidos, realmente se hace sumamente difícil. Pero tiene sentido. Con algunos lo hemos charlado personalmente las veces que estuve presente, lo señalé con claridad: una vez más, queridos hermanos, los aliento a que vivan esta situación de tanta incertidumbre de la mano de Dios, donde la fe y la esperanza nos ayudan, no en un sentido mágico, sino en sentido realista, para vivir de corazón este momento tan intenso que sólo ustedes saben la profundidad de la incertidumbre que hay en sus corazones”, expresó.
“Hoy el Evangelio nos habla de la actitud de María que conservaba estas cosas y meditaba en su corazón. La Virgen tiene esa actitud con las cosas que no termina de comprender en la propia vida, que todos podemos imitar: conservar y poder meditar, en el propio corazón llevar todo lo que le acontece y también presentárselo al Señor. Lo que ustedes experimentan, incertidumbre por momentos, angustia, enojo, impotencia; todas estas cosas legítimas en el corazón de ustedes hay que presentárselas con naturalidad, sencillez y a la vez profundidad a Dios, y eso es actitud de fe”, aseguró.
“La fe no implica tener una vida prolija, saber un montón de oraciones de memoria, sino tener la actitud de la Virgen María que conserva en el corazón y presenta al Señor. Ustedes son hombres y mujeres de fe porque están acá, no porque tengan todo claro ni resuelto, sino que están al pie del cañón, buscando abrir el corazón a Dios, y eso refleja que son hombres y mujeres de fe y esperanza, y en el realismo de la incertidumbre y el dolor buscan seguir llevando la vida adelante. Yo como obispo, padre, hermano y amigo; como pastor, los aliento en esta actitud. Rezamos en esta Eucaristía para que puedan mantener este espíritu”, enfatizó monseñor Mestre.
Para finalizar, recordó que “seguimos rezando por ellos, por los tripulantes. La última palabra no está dicha, la fe no es mágica, es realista, pero la última palabra no está dicha. Rezamos por ustedes para que tengan fortaleza, por toda la familia naval, por las nuevas autoridades de la Base, por los que trabajan en la tarea de búsqueda y pedimos con humildad que se continúe buscando; y ponemos todo en manos del Señor en el este ultimo día del año, que está marcado por el dolor” y afirmó que “lo que sí podemos hacer es tratar de vivir la fe y la esperanza, que no quitan el dolor pero le dan sentido”.
“Vivan esto de la mano de Dios, agárrense fuerte de Él, enójense con Dios, pregúntele a Dios, angústiense con Dios, pero no excluyan a Dios de este momento”, concluyó el obispo, quien luego de la bendición final pidió a los presentes que levantaran sus manos para pedir a la Virgen que interceda ante cada uno de sus pedidos.+
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