Mons. Fenoy inició su ministerio pastoral en Santa Fe de la Vera Cruz
Por la mañana, en la catedral Todos los Santos, monseñor realizó su profesión de fe y juramento de fidelidad. A ese acto protocolar asistió el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y otras autoridades provinciales y municipales.
Monseñor Fenoy se trasladó a la basílica de Guadalupe, donde presidió la misa de inicio del gobierno pastoral de la arquidiócesis, en la que sucede a monseñor José María Arancedo.
“¿Dónde nos vamos a sentir mejor que acá? Acá estamos en casa”, manifestó el prelado ante los fieles que colmaron el templo dedicado a la Virgen patrona de los santafesinos.
“Empezamos a caminar juntos. No estamos caminando solos ni aislados, somos parte de un pueblo que peregrina. Nos iremos conociendo y queriendo así, caminando juntos”, aseguró.
El flamante arzobispo santafesino señaló que la Virgen será compañera de este camino, al afirmar: “Que como María nos reconozcamos y entendamos con la mirada, como lo hizo Ella con su Hijo Jesús”.
“Y no podemos caminar sin la Virgen. Si alguien sabe la ruta para donde vamos, es ella” agregó, mirando la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Monseñor Fenoy reconoció que se tiene que “dar a conocer”, y recordó: “A Jesús no lo conmovían ideas, conceptos, metas o propuestas. A Jesús lo conmovía su gente, el rostro de su gente, el conocerlos y saber lo que les pasaba y estar atentos a los que lo necesitaba”.
“Me propongo no ver multitudes o grupos, y sí poder detenerme en el rostro de cada uno, poderlos ir descubriendo y reconociendo. Intentar descubrir lo que hay detrás de cada rostro”, concluyó.
Palabras de monseñor Arancedo
Anteriormente, tras la lectura de la bula pontificia firmada por el papa Francisco, monseñor Arancedo le había dedicado unas palabras a su sucesor y a la feligresía presente en el templo.
“Sergio, esta comunidad se ha estado preparando para recibirte. Con mucha esperanza te han estado aguardando para ponerse a tu disposición y trabajar juntos”, expresó.
“Esta basílica que has elegido es el corazón religioso que hace a la comunión de la Iglesia arquidiocesana. Y no dudo de que Nuestra Señora de Guadalupe va a acompañarte y sostener tu ministerio pastoral”, añadió.
Monseñor Arancedo también agradeció a la comunidad santafesina y a la “gente que vino de muy lejos, no sólo obispos” para asistir a esta celebración eucarística.
Participaron de la Eucaristía numerosos obispos y sacerdotes del clero local, y estuvieron presentes familiares de monseñor Fenoy y autoridades nacionales y provinciales.+
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