Monseñor Enrique Eguía Seguí obispo auxiliar y vicario pastoral de Buenos Aires, definió el itinerario de escucha que transita el sínodo. Este año se desarrolló una "Consulta al Pueblo de Dios" para las comunidades y la "Consulta Misionera" cercana a la persona. Asimismo, se realizaron reuniones parroquiales, por decanato, vicariales; espacios de diálogo con comunicadores, un encuentro sinodal con el clero, con la vida consagrada y con laicos.
El vicario pastoral describió que “surgieron prioridades y preocupaciones” de todas esas reuniones. “De aquí saldrán las orientaciones necesarias para pensar el conjunto cuales son los elementos fundamentales en orden a renovar la misión evangelizadora en nuestra arquidiócesis. Lo que a todos concierne debe ser tratado por todos”, afirmó.
Por su parte, monseñor Ernesto Giobando SJ, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de Flores, subrayó el aporte al sínodo de la vida consagrada en dos preguntas: “¿Qué recibimos de la Iglesia de Buenos Aires? y ¿Qué estamos dispuestos a dar?”. En su respuesta, sostuvo: “Recibimos de todo y estamos dispuestos a dar lo que surge de nuestro carisma”.
Definió a la arquidiócesis con una realidad “pluriforme”, donde a veces nos quedamos “paralizados” ante nuevos movimientos y culturas, “pero desde nuestro pequeño servicio podemos construir una Iglesia en comunión”, manifestó. “Ahí está lo más lindo. La iglesia tiene diversidad de carismas al servicio de la caridad. La vida consagrada tiene un testimonio respecto a esto y eso debemos transitar”, agregó.
El logo del sínodo arquidiocesano
Monseñor Eguía Seguí explicó, además, lo que el logo del sínodo quiere “expresar y sentir” en el camino sinodal. “Junto con el contorno de la ciudad, podemos descubrir una Iglesia: la presencia de la Iglesia en medio de las casas de sus hijos”, describió.
Luego se refirió a los logos presentes en las letras: “La S de sínodo, está hecha a modo de camino y aparece Jesús con todo el pueblo de Dios detrás que lo sigue. En la O, está reflejada la hostia consagrada, el alimento del camino sinodal. En la O de Buenos, aparece un mate, porque el sínodo es un espacio de encuentro. Y en la palabra Aires, la A es el contorno de la imagen de la Virgen de Luján”, explicó.+
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