Monseñor Arturo M. Bastes SVD, obispo de Sorsogon, quien durante años presidió la Comisión Episcopal para el Apostolado Bíblico, recibió con agrado los resultados de la investigación y explicó a Fides que “es una buena noticia que la Biblia siga siendo un libro muy leído en nuestro país”, y dijo que “en los últimos 10 años se distribuyeron 10 millones de Biblias a las familias filipinas”.
Jayson Marco Caesar Leones, asistente del Centro Escolar de la Universidad de Manila, manifestó a Fides que “a pesar del uso frecuente de las redes sociales y los medios modernos, los filipinos no olvidan de leer la Biblia como una fuente de consuelo e inspiración para enfrentar los desafíos del presente. Y no solo los católicos, también los fieles de otras denominaciones cristianas leen la Biblia”.
“Recuerdo -contó Leones- una canción que habla de la importancia de leer la Biblia y dice: toma la Biblia, ábrela, léela, entiéndela, es fuente de nuestra esperanza. Los filipinos, conocidos por ser resistentes en tiempos de calamidad y desastre, leyendo y escuchando la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, toman fuerza y coraje para enfrentar las tormentas de la vida”.
La Junta Nacional de Difusión del Libro ya había efectuado una encuesta similar en 2012 y entonces el 58 por ciento de los entrevistados dijo que la Biblia era su libro más leído. Filipinas tiene una población de 110 millones de habitantes de los que el 80 por ciento se declaran católicos y están repartidos en 86 diócesis.+
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