A través de un mensaje común que cada presbítero leyó en su comunidad parroquial, expresaron el valor por el “sentido de pertenencia diocesana”, y afirmaron que esto “ha forjado, con la gracia de Dios, un clero que no presenta grandes enfrentamientos, fruto de eclesiologías irreconciliables, ni es refractario a los lineamientos diocesanos, y que es, en general, trabajador y fraterno”.
“Esta rica herencia, nos impulsa a la tarea evangelizadora de servir a un pueblo que conserva, con luces y sombras, su búsqueda de Dios en medio de los profundos cambios que vive cada día. La valoración que la gente hace del Bautismo de sus hijos, la devoción a sus difuntos en misas por ellos y la nueva pastoral de los cinerarios parroquiales, junto a su arraigado amor por la Madre de Dios y los santos, constituyen una oportunidad pastoral única, tanto de acogida cordial, cuanto de salida al barrio”.
Sin embargo, aclararon, “lo mucho que se viene haciendo, no sacia aún el hambre que el Pueblo de Dios, experimenta por su Señor. Esto reclama de nosotros una mayor creatividad y compromiso”. Y advirtieron que “una amenaza en la evangelización debemos buscarla dentro de nosotros, cuando nos dejamos llevar por una cierta inercia pastoral que no reconoce las situaciones actuales y sigue repitiendo estilos, formas y estructuras pastorales inadecuadas y caducas. La consecuencia es, inevitablemente, la frustración por la falta de frutos y la nostalgia de un pasado que no volverá”. Mensaje completo de los sacerdotes a las comunidades
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, su obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell, y el vicario general, presbítero Hugo Barrios, acompañaron el encuentro con los sacerdotes (párrocos y vicarios parroquiales, del clero diocesano y religiosos) que se reunieron la semana pasada en la casa de retiros Nuestra Señora de Guadalupe de Luis Guillón.+
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