El Papa nombró a Mons. Dario E. Viganò, vicecanciller de la Pontifica Academia de las Ciencias
Al conocerse el nombramiento de monseñor Viganò, el prefecto del dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, expresó su agradecimiento a monseñor Viganò, por su “gran contribución humana y profesional al servicio del Santo Padre, de la Santa Sede y de toda la Iglesia, primero como prefecto y luego como asesor del dicasterio para la Comunicación”.
Ruffini señaló que, no fue fácil repensar el sistema de información de la Santa Sede, reorganizarlo radicalmente para estar a la altura de los tiempos, valorizando al mismo tiempo su historia. “En este año de convivencia siempre he podido contar con el apoyo y la amistad de monseñor Viganò, a quien agradezco también por su estilo, confidencialidad y disponibilidad”.
“Hoy que el Santo Padre le pide –valorando su historia académica como estudioso de la Comunicación, Economía, Doctrina Social de la Iglesia– que realice otro importante servicio a la Iglesia y a la Santa Sede, como vicecanciller en lo que Pío XI llamó el 'Senado de los Sabios', se suma a nuestro agradecimiento con los más sinceros deseos de todo el dicasterio”, escribió el prefecto en su comunicado y difundió VaticanNews.
Por su parte el flamante vicecanciller agradeció al Papa “que siempre me acompañó y apoyó”.
La Academia Pontificia de las Ciencias tiene sus raíces en la Accademia dei Lincei, fundada en Roma en 1603 como la primera academia exclusivamente científica del mundo. En 1847, el papa Pío IX volvió a fundar la Academia con el nombre de la Academia Pontificia del Nuevo Lincei y el papa Pío XI la renovó y reconstituyó en 1936, dándole su nombre actual. De alcance internacional, multirracial en su composición, su trabajo incluye seis grandes áreas: ciencias básicas, ciencias y tecnología de los problemas globales, ciencia de los problemas del mundo en desarrollo, política científica, bioética, epistemología.
En tanto que la Academia Pontificia de Ciencias Sociales fue establecida por el papa san Juan Pablo II con el motu proprio del 1 de enero de 1994. La Academia investiga los puntos en los que parece aconsejable una mayor elaboración de la enseñanzas sociales de la Iglesia y proporciona una evaluación constructiva de las ciencias sociales. Para lograr sus objetivos, la Academia organiza conferencias y talleres sobre temas específicos, promueve encuestas e investigaciones científicas, ayuda a instituciones y particulares a ejecutarlos, publica los resultados de sus propias consultas y publica publicaciones de naturaleza científica.
El canciller de ambas Academias es el obispo argentino monseñor Marcelo Sánchez Sorondo.
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