“Desconcierto y preocupación” de los obispos por la despenalización de la eutanasia en Italia
Según la sentencia de la Corte, la asistencia al suicidio voluntario no es punible si la patología irreversible de la víctima es "fuente de sufrimiento físico y psicológico que considera intolerable pero totalmente capaz de tomar decisiones libres y consciente".
En ese marco, la Conferencia Episcopal Italiana criticó que el fallo marca una visión "utilitarista de la vida" y la Asociación de Médicos Católicos Italianos (Amci) reclamó en un comunicado que se garantice la libertad de conciencia para los médicos que no quieren intervenir en los casos ahora amparados por la Corte.
Según Giuseppe Battimelli, vicepresidente de Amci, hay al menos 4.000 médicos italianos listos para ejercer la libertad de conciencia en rechazo a esta disposición.
La sentencia de la Corte divulgada el miércoles 25 de septiembre, se basó en el caso de Marco Cappato, quien en febrero de 2017 se autodenunció tras ayudar al músico conocido como Dj Fabo a morir en una clínica de Suiza.
Fabo había quedado ciego y tetrapléjico tras un accidente, y el fallo de la Corte declaró inconstitucional que Cappato fuera condenado con hasta 12 años de cárcel por instigación o ayuda al suicidio, como establece el artículo 580 del Código Penal.
Esta decisión del Tribunal Constitucional llevó a la Conferencia Episcopal Italiana a recordar las palabras del papa Francisco pronunciadas en su discurso a los miembros de la Federación Nacional de los Colegios de Médicos Cirujanos y Odontólogos el pasado 20 de septiembre: “Se puede y se debe rechazar la tentación –inducida también por cambios legislativos- de utilizar la medicina para apoyar una posible voluntad de morir del paciente, proporcionando ayuda al suicidio o causando directamente su muerte por eutanasia”.
“La preocupación mayor”, continúa el comunicado de los obispos italianos, “es relativa, sobre todo, al impulso cultural implícito que puede llevar a las personas que sufren a creer que pedir que se ponga fin a su propia existencia es una decisión de dignidad”.
Los obispos “confirman y ratifican su compromiso de proximidad y de acompañamiento de la Iglesia hacia todos los enfermos”.
En ese sentido, los obispos confían en que “el trámite parlamentario reconozca el máximo grado posible a tales valores, protegiendo también a los trabajadores sanitarios en su libertad de elección”.+
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