Al recordar que la red de lucha contra la trata “Talitha Kum” de la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG) celebra este año su décimo aniversario, el pontífice expresó: “En apenas diez años logró coordinar 52 redes de religiosas presentes en más de 90 países de todos los continentes. Las cifras de su servicio hablan por sí solas: dos mil operadores, más de quince mil víctimas de la trata asistidas y más de doscientas mil personas a las que se llega a través de actividades de prevención y de sensibilización”.
Francisco felicito a las religiosas por la importante labor que están realizando “una labor que une la misión y la colaboración entre los institutos”, señaló el Papa.
La primera asamblea de la red se abocará a evaluar el camino recorrido y definir las prioridades misioneras para los próximos cinco años. Para este trabajo decidieron centrarse en dos cuestiones principales relacionadas con el fenómeno de la trata de seres humanos: Las diferencias socioculturales que marcan la condición de la mujer en el mundo y por otro lado los límites del modelo de desarrollo neoliberal.
El señaló que son “desafíos complejos y urgentes, que requieren respuestas adecuadas y eficaces”.
Después de agradecer a los institutos femeninos que vienen trabajando en este campo y alentándolas “a dar continuidad a este compromiso”, hizo a continuación un llamamiento a otras congregaciones religiosas, “tanto masculinas como femeninas, para que se adhieran a esta obra misionera, poniendo a disposición personal y recursos para que se pueda llegar a todos los lugares”.
Por otra parte el pontífice augura que “también aumente el número de fundaciones y benefactores que aseguren su apoyo generoso y desinteresado a sus actividades”.
“Con respecto a esta invitación a otras congregaciones religiosas, añadió Francisco, me refiero a los problemas que muchas congregaciones tienen, y quizás algunas, tanto femeninas como masculinas, podrán decirles: “Tenemos tantos problemas que resolver internamente, que no podemos”. Díganles que el Papa dijo que los problemas ‘internos’ se resuelven saliendo a la calle, así entra aire fresco”.
Por último el Santo Padre invitó a las religiosas a promover un compromiso sinérgico por parte de las diversas realidades eclesiales.
“Si bien es cierto, afirmó, la responsabilidad pastoral es confiada esencialmente a las Iglesias locales y a los ordinarios, es de esperar también que éstos puedan participar en la planificación y en la acción pastoral de las Congregaciones religiosas femeninas y masculinas y de las organizaciones católicas presentes en su territorio, a fin de que el trabajo de la Iglesia sea más oportuno y eficaz”.
“En la lucha contra la trata, las congregaciones religiosas están llevando a cabo su tarea de animación carismática de las Iglesias locales de manera ejemplar. Sus intuiciones e iniciativas pastorales han trazado el camino para una respuesta eclesial urgente y eficaz”.
Sin embargo –señaló el Papa– quiero reiterar que el camino de la vida Consagrada, tanto femenina como masculina, es el camino de la inserción eclesial. Fuera de la Iglesia y en paralelo con la Iglesia local, las cosas no funcionan”.
“Queridas hermanas, las bendigo y encomiendo a la Virgen María sus buenos propósitos para el futuro y les aseguro mi recuerdo en la oración. Y ustedes también, no se olviden de rezar por mí porque me hace falta. Y me permito un consejo final. No terminen nunca el día sin pensar en la mirada de una de las víctimas que han conocido: será una hermosa oración. Gracias”, concluyó Francisco. +
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