Tras presentar y explicar el logo que acompañará la reflexión trienal 2019-2021 de la vida consagrada argentina, se planteó el trabajo de los tres días de jornada, siguiendo los pasos metodológicos: observar, callar, meditar y aceptar fluir.
El primer día, por medio de los dispositivos visuales y del compartir se pudo hacer una primera aproximación con los “horizontes inspiradores” de la vida consagrada en América Latina y el Caribe: “Vivir con sentido la propia vocación”, “Ahondar en la espiritualidad trinitaria”, “Caminar hacia un nuevo modo de ser Iglesia”, “Renovar la opción por los excluidos desde una mirada contemplativa de la realidad”, “Favorecer la ética del encuentro y del cuidado”, “Optar por la ecología integral”.
Luego, se introdujo la realidad de la trata de personas, los conceptos para definir las situaciones dentro de este contexto, el ejercicio a partir de “designar las cosas por su nombre”, de desnaturalizar la vulnerabilidad en la que viven niñas, niños y jóvenes que son víctimas del secuestro y el tráfico de personas.
Se finalizó la primera jornada con una reflexión personal que animaba a “vivir con sentido la propia vocación”.
Durante el segundo día, la animación buscó compartir y reforzar el compromiso social, optando más por una evangelización vivida entre los más pobres, que renueve la esperanza.
A partir de ver y escuchar las realidades sociales y eclesiales de la vida consagrada, se focalizó y profundizó en el tema de la trata de personas como una realidad invisible y sin voz. Se presentó también el trabajo y los objetivos de la Red Kawsay.
Las reflexiones grupales y las preguntas surgidas reflejaron la intención de dejarse “afectar por la realidad” desde la disponibilidad de la escucha y la opción de sumarse a otras y otros que trabajan en red para aunar esfuerzos y responder creativamente a la convocatoria por una vida más digna para las niñas y niños violentados por el flagelo de la trata de personas.
El último día, se hizo una recapitulación de lo compartido los días anteriores para poder realizar una proyección como vida consagrada de la Patagonia a la luz de las seis claves/horizontes inspiradores, para que, se subrayó, “en condición de profetas, prolongar la fiesta de la vida para el pueblo y las comunidades que se acompañan”.
Como parte de la animación, se invitó a compartir la jornada a la hermana Gabriela Burgos SSPS y miembro de la Red Kawsay del NOA.
Además se contó con la presencia del hermano marista Alerto Aparicio, miembro del equipo de la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (Confar).
El equipo regional organizador de las jornadas estuvo conformado por Francisca Calfin, cristífera; la hermana Neli Martínez, auxiliar parroquial, y la hermana Elizabeth Vicentín, mercedaria.
Informes: www.confar.org.ar.+
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