Rosario-San Nicolás: Mons. Martín recuerda que María protege siempre
Los peregrinos salieron el sábado de la intersección de Arijón y Ayacucho, en Rosario, y llegaron el domingo alrededor de las 7 al santuario de María del Rosario de San Nicolás, donde el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió la misa.
La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Héctor Sabatino Cardelli, obispo emérito de San Nicolás de los Arroyos, y sacerdotes del clero rosarino y nicoleño.
“¡Qué lindo que hoy llegamos a los pies de la Virgen para aprender de ella a ser discípulos de Jesús: Ella es la perfecta discípula del Señor”, destacó en la homilía.
“Nosotros, hoy vinimos a este santuario de María del Rosario de San Nicolás junto con la imagen de nuestra patrona, la Virgen del Rosario, porque queremos ser discípulos, discípulos de María y por lo tanto de Jesús, para obedecer en todas las circunstancias de nuestras vidas”, sostuvo.
Tras puntualizar: “Jesús no nos pide mucho o poco. Nos pide todo”, valoró que los peregrinos hayan dejado y dado todo para llegar hasta el santuario mariano.
“Por eso queremos ofrecer nuestras vidas: nuestros cuerpos, nuestras almas, nuestras alegrías, dificultades, nuestros anhelos, nuestras esperanzas. Todo. Poner todo en la mano del Señor por medio de la Virgen. Dar todo a Jesús y no anteponer nada a su amor”, insistió.
“Jesús nos pide esa renuncia a todo lo que poseemos, a todos los vínculos humanos y hasta a nosotros mismos. Nos lo pide porque Jesús es Dios. Dejándolo todo, recuperamos todo. Jesús nos lo dice: el que deja todo recibe cien veces más y después la vida eterna”, recordó.
Monseñor Martín invitó a pedirle a la Virgen poder ser testigos de Jesús en “la lucha cotidiana en estos tiempos tan difíciles” y misioneros de esperanza que “llevemos la alegría que aquí tomamos de la Virgen para comunicarla a todos los que nos rodean”.
“Que lo hagamos con la prontitud de la Virgen, que seamos misioneros de la caridad que con nuestras obras inundemos del amor de Dios a todos nuestros hermanos”, expresó, y concluyó: “Tengamos la certeza de que en la Madre encontramos la protección que necesitamos en medio de las dificultades de la vida”.+
Texto de la homilía
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