La celebración eucarística conmemorativa se llevará a cabo el próximo miércoles 25 de septiembre, a las 9, en el santuario Jesús Sacramentado (avenida Corrientes 4433, barrio porteño de Almagro), donde en la cripta del templo descansan sus restos.
Sus hijas renovarán el compromiso dejado en su legado de "adorar” a Jesús Sacramentado y “servir” a los más necesitados.
Durante la celebración eucarística se recordará que la Madre Benita decía que esta es una "obra de Dios y no mía", por lo que al dar gracias a Dios pedirán "que no abandone la obra de sus manos" mandando más almas generosas a su servicio, y se renovarán las súplicas por la pronta beatificación de la madre María Benita Arias.
La venerable María Benita Arias
Nació el 3 de abril de 1822 en La Carlota, provincia de Córdoba; fue bautizada el 11 de septiembre en la parroquia de la Merced de la misma localidad.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en Salto, provincia de Buenos Aires, hasta que ingresó en 1840 a la Santa Casa de Ejercicios, fundada por la beata Mama Antula.
A partir de 1870 emprendió una gran peregrinación por Roma y Tierra Santa proyectando y buscando la aprobación del Instituto de las Siervas de Jesús Sacramentado.
En 1876, en Buenos Aires, junto con un grupo de compañeras, realizó la primera profesión, y quedó así fundado el Instituto para la Adoración y Servicio, con el fin de “ganar almas para Dios”, repitiendo siempre con mucha humildad que todo era “obra de Dios y no mía” y pidiendo a sus hermanas que “hagan todo el bien posible”.
Murió el 25 de septiembre de 1894. El 27 de enero de 2014, el papa Francisco firmó el decreto por el que la proclamó Venerable, primer paso para iniciar su proceso de beatificación.
Las Siervas de Jesús Sacramentado
La Congregación de las Siervas de Jesús Sacramentado fue fundada en Buenos Aires el 21 de noviembre de 1876 por la venerable María Benita Arias.
Es un instituto religioso de vida apostólica, de derecho pontificio, dedicado a la adoración y al servicio de Cristo. Su finalidad específica es la práctica de la adoración perpetua, con espíritu de sacrificio y reparación; la promoción del culto del Misterio Eucarístico; el servicio a los hermanos, en particular a los más pobres, a fin de que la Eucaristía sea el centro de sus vidas; y a la formación integral de la niñez y juventud, especialmente entre los pobres.
La Casa Generalicia está ubicada en Humahuaca 4428, Buenos Aires.+
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