Los devotos, en su mayoría jóvenes, partieron desde el centro de Mendoza y otros departamentos aledaños para ascender por el Parque General San Martín y llegar hasta el santuario mariano.
Allí, el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa, en la que pidió por el Sínodo de la Amazonía y también elevó una plegaria por “la situación de nuestro país”.
“Fundamentalmente queremos pedir por la unidad del pueblo argentino, más allá de las diferencias, por los más pobres, por los que pierden su trabajo, por el cuidado de la vida en todas las etapas y en todas las situaciones”, subrayó.
“Traemos las intenciones, las necesidades, los sueños, las esperanzas y los proyectos de las comunidades que integran nuestra arquidiócesis. En el camino que hemos iniciado para el discernimiento pastoral de nuestra misión, ¡cuánta alegría nos da la activa participación de tantos hermanos nuestros, familias y jóvenes, en las distintas iniciativas evangelizadoras!”, exclamó.
Asimismo, aseguró la intención de pedirle al Señor para que “nos ayude a profundizar en el servicio solidario de nuestras Cáritas y las áreas pastorales relacionadas con la gente en situación de calle, los migrantes, las víctimas de las adicciones y la trata de personas, con la pastoral de la salud y la pastoral carcelaria”.
El prelado también encomendó al Señor en “este camino sinodal, fraterno y misionero, que nos dé la gracia de escucharnos, de reflexionar juntos sobre la vida de nuestra Iglesia en Mendoza, profundizando en la dinámica del Concilio Vaticano II de la que no podemos apartarnos sin traicionar ese don de Dios”.
“Pronto comenzaremos el Año Mariano Nacional en vistas a prepararnos para celebrar en Catamarca el Congreso Mariano Nacional. Hace cuarenta años tenía en lugar aquel Congreso Mariano Nacional que honró a la Iglesia mendocina y le permitió acoger miles de peregrinos de todo el país”, recordó.
Muchos recuerdan aquel acontecimiento y las distintas circunstancias que lo caracterizaron, la importancia que revistió para esta Iglesia mendocina, en particular en sus frutos más preciados, entre los cuales despunta con toda nitidez la construcción del Seminario Arquidiocesano y la formación sacerdotal que en adelante allí se impartiría”, añadió.
Monseñor Colombo volvió a poner en las manos de María, la Madre del Rosario, la vida del seminario, de sus jóvenes y sus formadores, para que ella, pidió, “ayude a decir sí a quienes hoy el Señor ya está llamando”.
“Que, durante este nuevo Año Mariano, mientras evocamos aquel otro de hace cuarenta años, sigamos caminando bajo la mirada del Señor, fortaleciendo la formación de nuevos ministerios eclesiales y la corresponsabilidad de todos los bautizados en la misión de la Iglesia. Una Iglesia de todos, con todos, para todos. La Iglesia del Señor. La Iglesia de los Apóstoles junto a María, nuestra Madre del Rosario que nos dice una y otra vez con más insistencia que en Caná en las urgencias de este tiempo: ‘Hagan lo que Él les diga’”, concluyó.+
Texto de la homilía
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