Mons. Aguer: Criterios del cristiano para votar
"Ya estamos muy cerca de las elecciones generales -comenzó diciendo el prelado- y me parece bueno reflexionar un poco sobre qué criterios debe aplicar un cristiano. ¿Qué debemos tener en cuenta? Más allá de la propaganda y más allá de la adhesión que pueden tener respecto de un partido, de un candidato, una alianza o lo que fuere, hay cosas objetivas que un cristiano no puede dejar de lado”.
"Lo fundamental es, o sería, desgraciadamente tengo que decir sería, conocer todas las propuestas de los partidos o alianzas, conocer qué piensa cada candidato. Y digo sería porque es muy difícil hacerlo. Se habla y se habla pero no dicen después de qué se trata. Lo importante sería conocer las propuestas de cada candidato porque sobre eso uno tiene que basar su voto, porque estamos eligiendo algo que va a regir el país por varios años y entonces debemos saber qué es lo que piensan hacer. Habría que exigir esto, exigir que en medio de tanto palabrerío digan qué piensan hacer, sobre todo en algunos puntos fundamentales que para nosotros, los cristianos, son muy importantes”.
“Entre esos puntos fundamentales -puso como ejemplo-, está la promoción del bien común. Puede parecer un principio muy general pero no lo es. Esto es la verdadera promoción del bien común más allá de todos los sectores, más allá de las opciones ideológicas y cualquiera que sea la promoción del bien común es el principio fundamental de la vida social y dentro de este concepto entra una particular atención a los más pobres”.
“Otra cosa -prosiguió- es la libertad de educación o el respeto de la decisión de los padres de familia acerca de qué educación quieren para sus hijos. Y no es solo la libertad de mandarlos a un colegio de gestión privada sino que en la escuela estatal o de gestión pública no se les enseñe lo contrario de lo que piensan los padres porque eso es autoritarismo, totalitarismo y no es libertad de educación. Los padres tienen el derecho y el deber de saber qué les enseñan a sus hijos y de decir “esto no lo queremos”. Ese respeto de la libertad es fundamental en un régimen democrático”.
“Otro tema es el respeto de la vida humana, de su dignidad, desde el inicio de la concepción hasta la muerte natural. La famosa cuestión del aborto y todo lo demás hasta llegar al drama de la eutanasia y tantas otras cosas donde la vida es manoseada. Lo es la vida de los más pobres, los más indefensos. Hace poco se difundió un escrito de uno de los más importantes candidatos que sostiene que Santo Tomás de Aquino era abortista. Lo dijo para corrernos con la vaina y debe creer que somos giles. Esta cuestión me parece muy importante porque ya estamos bastante arruinados en el aspecto de la defensa de la vida por no hablar de la destrucción de la familia. Pero en la defensa de la vida no podemos transigir”.
Otro tema fundamental es las búsqueda de la paz social, añadió monseñor Aguer. “La Argentina vive una situación de grieta. Esa palabra, grieta, es fatal y quiere decir que es una situación de encono, de división, y no se puede fomentar la grieta, fomentar la división y, muchas veces, en la campaña uno advierte que es eso lo que se hace. ¿Cómo van a hacer después para tratar de propiciar la paz y la unión de todos los argentinos? Además hoy hay necesidades muy graves como para que la ciudadanía esté bien unida y puede estar bien unida a pesar de las diferencias ideológicas o políticas si se ve con claridad cuál es la meta, hacia dónde queremos ir”.
“Estas son las cosas que tenemos que tener en cuenta cuando vamos a votar. No es cualquier cosa ir a votar, porque el voto es un arma importante y por eso debemos saber utilizarla bien, no desperdiciarla, pero para eso hay que informarse. No nos dicen qué piensan, pues exijamos que lo digan. La propaganda de estos meses, en medio de los programas, hablan de cualquier cosa pero nunca van al grano, nunca dicen de manera concreta las cosas que van a hacer y cómo las van a hacer. Todos se quieren distinguir de los otros candidatos pero no informan exactamente qué piensan de las cuestiones fundamentales. Hay muchas otras que son subsidiarias, secundarias, pero en estas no podemos transigir”.
“¡Piensen bien y voten bien!”, concluyó monseñor Aguer.+
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