Sínodo: Valorizar el carisma de los laicos, lejos del clericalismo

Ciudad del Vaticano (AICA): Repensar los ministerios de la Iglesia, a la luz de los parámetros de la sinodalidad, como un desafíos de la Iglesia en la Amazonía, fue uno de los temas de reflexión durante la 9ª y 10ª Congregación General del Sínodo Panamazónico, en curso en el Vaticano hasta el 27 de octubre.
Repensar los ministerios de la Iglesia, a la luz de los parámetros de la sinodalidad, como un desafíos de la Iglesia en la Amazonía, fue uno de los temas de reflexión durante la 9ª y 10ª Congregación General del Sínodo Panamazónico, en curso en el Vaticano hasta el 27 de octubre.

Alguno de los discursos escuchado en el aula –según el informe de la Oficina de Prensa de la Santa Sede- destacaron que “la Palabra de Dios es una presencia activa y misericordiosa, educativa y profética, formativa y con resultados, desafiante en el campo de la ecología integral y signo de compromiso social, económico, cultural y político para el desarrollo de un nuevo humanismo”.

Se necesitan nuevos ministros de la Palabra, también mujeres, para dar nuevas respuestas a los desafíos contemporáneos, y es necesario invertir en laicos bien preparados que, con espíritu misionero, sepan llevar el anuncio del Evangelio a todos los lugares de la Amazonía. Además, una adecuada formación de los laicos comprometidos es también fundamental para el nacimiento de nuevas vocaciones.

Una Iglesia ministerial, se dice aun en el Aula, tiene necesidad de expresar y valorizar mejor los carismas de los fieles laicos, gracias a los cuales se manifiesta el rostro de la Iglesia en salida, lejana al clericalismo.

Una intervención, en particular, sugiere que la cuestión de los llamados viri probati y de los ministerios femeninos sea tratada en una Asamblea Sinodal ordinaria, ya que se trata de cuestiones de importancia universal. Otra intervención aconseja que, antes de los viri probati presbíteros, se piense en viri probati diáconos.

En particular con respecto al tema de la mujer, entre las intervenciones de los auditores se sugiere que se establezcan ministerios no ordenados para mujeres laicas, entendiendo el ministerio mismo como un servicio, de manera que se garantice la dignidad e igualdad de la mujer en todo el territorio panamazónico. Tales ministerios podrían ser, por ejemplo, la celebración de la Palabra o actividades socio-caritativas.

El recurso primario del agua
Otra de las intervenciones subrayó también la importancia de la formación catequística en la ecología integral, en particular para la protección y salvaguarda del agua, recurso primario y fuente de vida. El cuidado de los recursos hídricos -un tema que también se repite en las intervenciones de los oyentes e invitados especiales- es fundamental: cada día, de hecho, miles de niños en el mundo mueren por enfermedades relacionadas con el agua, millones de personas sufren problemas de agua.

La exhortación a una “conversión ecológica” también se refiere a la dimensión ética de los estilos de vida actuales, a menudo demasiado tecnocráticos y basados en la maximización de lo útil como objetivo absoluto, en detrimento de una visión del hombre como ser humano integral.

La comunicación favorezca la interconexión
La Amazonía es un mundo multiétnico, multicultural y multirreligioso donde muchas semillas del Verbo ya han echado raíces y están dando frutos. Se auspicia pues la creación un ecosistema de comunicación eclesial panamazónico que sea reflejo de la interconexión de toda la humanidad. La idea es tejer no tanto una red de cables, sino una red de personas humanas. En efecto, las grandes dificultades de la movilidad en la región exigen con urgencia una mayor eficacia y capilaridad de los medios de comunicación social.

También se avanzó en la idea de crear comunidades cristianas eco-interculturales abiertas al diálogo interinstitucional e interreligioso que enseñen nuevos estilos de vida orientados al cuidado de la Casa Común. Las empresas petroleras y madereras - se ha denunciado - dañan el medio ambiente y socavan la existencia de los pueblos. De hecho, los pueblos indígenas no obtienen ningún beneficio de la extracción de recursos, forestales y minerales de sus tierras. Por lo tanto, es necesario exponer con firmeza la corrupción desenfrenada que alimenta las desigualdades y las injusticias y preguntarse qué dejaremos a las generaciones futuras. También hay que combatir la gran amenaza que supone el tráfico de drogas, junto con cualquier complicidad que lo alimente.

Acceso al alimento y respeto a los ecosistemas
También hubo espacio para el tema de la soberanía alimentaria: cada pueblo tiene derecho a elegir qué cultivar, qué comer y cómo garantizar el acceso a los alimentos respetando los ecosistemas. Una parte significativa de la biodiversidad agroalimentaria de la Amazonía es todavía desconocida y ha sido preservada hasta ahora por las poblaciones locales. No puede acabar siendo explotada por unos pocos y arrebatada a la multitud, como ocurrió en el frente médico, donde las plantas y los ingredientes. + (VaticanNews)

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