Entre los espacios generados por la Dirección de Culto de la Municipalidad de Neuquén y la Dirección General de Culto del Gobierno de la provincia de Neuquén, el lunes 25 de noviembre de 10 a 12, se realizó un encuentro interreligioso en el Salón Verde del Concejo Deliberante con disertantes de las diferentes comunidades religiosas de la ciudad de Neuquén y en la que participó el presbítero Jorge Cloro como representante de la Iglesia católica.
Asimismo, el viernes 29 de noviembre a las 19, se realizará un Conversatorio en el Auditorio de Casa de Gobierno (Roca y La Rioja) donde participarán también las diferentes comunidades religiosas. Representará a la comunidad católica el presbítero Daniel Lorente.
En la convocatoria, monseñor Croxatto expresó que más allá de celebrar esta fecha, y como lo propicia el papa Francisco, “nuestra realidad de hoy nos permite unirnos en nuestras coincidencias y mucho más allá de las diferencias, para mostrar que es posible conversar y actuar en un mismo espíritu de diálogo y de encuentro para escuchar los clamores de nuestro pueblo y el sufrimiento que estamos obligados a consolar a través de la fe y de las obras”.
En un documento publicado en abril de este año, que el papa Francisco tituló "Libertad religiosa por el bien de todos. Enfoque teológico a los desafíos contemporáneos”, expresa con claridad la importancia de la religión en la vida pública y afirma que “la pretendida neutralidad ideológica de una cultura política que declara querer construir sobre las reglas meramente de procesos de justicia, sacando toda justificación ética y toda inspiración religiosa, muestra la tendencia a elaborar una ideología de la neutralidad que, de hecho, impone la marginación, si no la exclusión de la expresión religiosa de la esfera pública. Y, de ese modo, de la plena libertad de participación en la formación de la ciudadanía democrática”, recordó el obispo.
El 25 de noviembre de 1981 fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas la “Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones”, señaló. “Esta declaración es el instrumento internacional que proclama el derecho fundamental a la libertad religiosa, explicitando los distintos derechos que, tanto para los individuos como para las comunidades religiosas, derivan del mismo. Esto significa que todas las personas tienen el derecho a tener sus propias convicciones y que nadie puede prohibir esto, discriminar o perseguir a alguien por lo que cree y piensa”, concluyó.+
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