Di Paola adjudicó el éxito en la recuperación y reinserción de las víctimas de adicciones en la sociedad, al intenso trabajo en red que realizan estos centros con otras instituciones. “El Hogar de Cristo articula y aprovecha las herramientas que tienen el Estado u otras organizaciones para lograr una respuesta en forma integral”, enfatizó.
Asimismo, destacó que la atención a las causas que llevan a los jóvenes a las adicciones es indispensable para obtener buenos resultados: “El abordaje integral de la persona es fundamental. Esto hace que no nos enfoquemos sólo en la relación del joven con la droga, sino en todo lo que rodea su vida: seguramente arrastra algún problema familiar, no tiene capacitación para el trabajo ni tuvo posibilidades de estudiar; es indocumentado o está enfermo por la desidia familiar, o viene con otros fracasos”.
Por último, resaltó que el compromiso de la sociedad es fundamental para que los jóvenes se acerquen a los centros y exhortó, en particular, a los medios de comunicación para que se sumen a esta convocatoria: “Esto es responsabilidad de todos y también de los medios, porque podrán sugerirles que se acerquen. Las instituciones deben tomar estos centros como propios y los adultos que las dirigen tienen que acercarse y sugerir a los jóvenes desde sus centros barriales, desde el club, desde la escuela que se acerquen y convencerlos de que tienen una oportunidad para retomar el buen camino”.
Monseñor Torrado Mosconi animó a “visibilizar estas situaciones de riesgo y hacernos cargo”, en las ciudades de la diócesis. Y explicó que, a los pocos meses de haber llegado a Nueve de Julio, comenzó a promover la creación de estos centros a través de Cáritas, de los sacerdotes y de los consagrados.
Luego aseguró que su objetivo es que exista al menos uno de estos centros en cada uno de los diecisiete distritos que comprenden el territorio diocesano. “Por ahora, cada centro va adquiriendo distintos perfiles, de acuerdo a los grupos, a las personas y a las idiosincrasias de sus comunidades, pero todos están creciendo y madurando bajo el mismo objetivo”.
El obispo se refirió al Hogar Padre Pedro Traveset de Nueve de Julio, que hace dos años se encuentra en pleno funcionamiento; al del partido de 25 de Mayo y a otros dos que ya están iniciando sus primeros pasos en Lincoln y Trenque Lauquen.
Por otra parte, aclaró que estos centros no solamente están limitados a los jóvenes que padecen el flagelo de las adicciones, sino que “cobijan y aguardan la llegada de todos aquellos que quizás sufren otros males como la absoluta soledad, el alto riesgo social y la vulnerabilidad”. “Como dijo la Madre Teresa, para nosotros es una gran esperanza poder contribuir con esta pequeña gotita de agua en este gran océano que es la sociedad actual”, finalizó.
Luego de la presentación en General Villegas, el Padre Pepe Di Paola se dirigió al partido de Lincoln, donde se reunió y asesoró al equipo ya conformado para la inminente inauguración del centro de estas características en esa comunidad.+
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