Card. Sandri: “Pedro será siempre una indicación del rostro y la presencia de Jesús”
Se trata de una fiesta que une por tradición litúrgica dos orillas del Mediterráneo: "La Cátedra de Pedro en Antioquía, en la actual Turquía, cuya sede está ocupada por algunos de los Patriarcas aquí presentes, y la Cátedra de Pedro en Roma, las cuales juntas se reconducen en un único día de fiesta", mencionó el purpurado.
Al mencionar las palabras de la primera lectura, el cardenal destacó el papel del “pastor supremo” del rebaño de Dios, de la Iglesia y de los sacerdotes, exhortados a "pastorear el rebaño, supervisándolo y cuidándolo”, pero "no como si fuera una obligación, sino de forma voluntaria, no por vergonzoso interés, sino con un espíritu generoso, no como dueños del pueblo que se les ha confiado, sino convirtiéndose en modelos a seguir". En este sentido, el cardenal Sandri mencionó que “hay que dirigir la mirada al único modelo que es Jesús, el Cristo. De aquí surge la propia figura del Apóstol”.
"Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo: La profesión de fe de Pedro no es movida por la carne y la sangre, sino por el Padre que está en el cielo. La existencia misma del Príncipe de los Apóstoles se condensa en poder repetir a lo largo de los siglos las mismas palabras que reconocen la identidad más profunda del Maestro de Galilea: es el Mesías, el Cristo, el esperado por los profetas y al mismo tiempo el que un día vendrá a recapitular todo en sí mismo. Pedro sigue siendo piedra en el camino".
Seguidamente se refirió a la primacía del Sucesor de Pedro, la cual "será siempre una indicación del rostro y la presencia de Jesús, que camina con nosotros cada día hasta el fin del mundo". Y agregó: "Si la Cátedra de Jesús, el Siervo del Señor anunciado por los cantos del profeta Isaías, ha sido la de aquel que se arrodilló para lavarse los pies y luego se levantó para entregarse en la cruz; la Cátedra de Pedro no puede ser diferente". Por lo tanto, hay que ponerse al servicio del Pueblo de Dios y no ser dueños de la vida y la fe de los demás.
Finalmente, el cardenal hizo referencia a la Conferencia que desarrollan obispos, patriarcas y pastores del Mediterráneo en Bari, en la que participará el Papa, y señaló que esta “es una oportunidad para compartir los dolores y las angustias, las alegrías y esperanzas de las comunidades y pueblos de estas zonas, que ayudará a reavivar la luz de la fe, la esperanza y la caridad, que brilla incluso en las noches más oscuras, como una luz suave y al mismo tiempo como una columna de fuego que guía a los redimidos hacia el refugio seguro que nos muestra la Palabra de Dios". +
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