La Policía correntina, acompañada por su capellán, Pbro. Danuzo

La Policía correntina, acompañada por su capellán, Pbro. Danuzo

Corrientes (AICA): En el marco del aislamiento obligatorio, el capellán que asiste a la Policía del arzobispado de Corrientes, presbítero Guillermo Danuzo, recorre localidades para brindar acompañamiento y apoyo espiritual a los miembros de la fuerza. Con celebraciones, reflexión y bendiciones, el presbítero anima en la tarea a los efectivos policiales en tiempos de pandemia.
En el marco del aislamiento obligatorio establecido para evitar la propagación de la pandemia, diferentes sectores de la comunidad trabajan diariamente para cumplir las medidas establecidas de la cuarentena. La Policía de la provincia de Corrientes, acompañada por su capellán, el presbítero Guillermo Danuzo, recorre localidades para brindar acompañamiento y apoyo espiritual a los miembros de la fuerza.

El capellán realizó una celebración de la Palabra en el departamento de Unidad Especial para animar y fortalecer al personal ante “este desafío, para orar, alabar y agradecer a Dios y, pidiendo a Él por la protección de cada uno de ellos”, les dijo a los integrantes de la fuerza.

Durante la celebración, Danuzo les expresó a los efectivos policiales que es natural “sentirse frágiles, débiles, sentir que tal vez lo que haces es poco, pero si lo haces con la fe y con la esperanza, la paz del Señor habita allí”. Y los animó, “sentite orgulloso de lo que sos; no importa si quizás sientas desprecio o alguna incomprensión, en este momento tan importante de nuestra historia, que esto que haces no pase como algo más, como una anécdota más; si no que sirva para decir que pude mejorar, pude cambiar, pude fortalecerme, pude ver al otro como un compañero no como un contrario, con quien compartir, dialogar. Así que bendito sea Dios por cada uno de ustedes. Que Dios siempre los ilumine y les regale la paz”.

En otro memento de su mensaje, el sacerdote aseguró: “Tenemos muchos enemigos visibles, la desidia, el desinterés, la despreocupación, tantas cosas que quieren ganar nuestro corazón. Es tiempo de purificarnos, de vivir plenamente nuestra vocación dejando de lado aquellas cosas que no son de Dios y poniéndonos cada día bajo su presencia. Que nuestra Madre María Santísima nos proteja, nos ilumine, nos regale la paz y la fortaleza en nuestros corazones, y que cada día nos conduzca al encuentro de su hijo Jesús. No pierdan la paz, no pierdan la serenidad. Demos gracias a Dios por las maravillas de nuestras vidas y la de nuestros seres queridos, y pidamos por nuestros camaradas que están pasando momentos difíciles por el contagio del corona virus para que Dios le de la paz y la fortaleza en sus corazones”.

El capellán también hizo una celebración similar en la Unidad Regional VII de la localidad de Saladas, donde compartió con el personal un momento de oración y bendijo a los policías.+

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