Mons. Conejero Gallego: ¡Andemos en una Vida Nueva!
“Mientras los gobiernos de muchas naciones, por temor a nuevos contagios de esta enfermedad globalizada, prolongan el estado de alarma de los ciudadanos, y se van manifestando ya las consecuencias de una grave crisis socioeconómica, especialmente entre los más pobres, la Iglesia, alentando siempre a la esperanza y confianza en el amor de Dios, proclama en este tiempo pascual, con mayor fuerza y alegría, la victoria de Cristo Resucitado, único Salvador del mundo”, aseguró.
“No existe bajo el cielo -dice Pedro lleno del Espíritu Santo- otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación. Haber celebrado el misterio pascual en este inesperado contexto humano, muy probablemente sea un signo de los tiempos, una oportunidad para repensar sobre el sentido de la vida, la precariedad y fragilidad de nuestra existencia, la necesidad de revisar y cambiar muchas de las relaciones de convivencia, a fin de caminar todos juntos, solidariamente, como una sola familia humana”, agregó.
El prelado consideró que “es tiempo de examinar y discernir las motivaciones más profundas de nuestro actuar personal y comunitario”.
“Sentimos la necesidad, más que nunca, de vivir nuestra Pascua, en la sinceridad y la verdad, con rectitud de corazón, despojándonos de toda levadura vieja de corrupción y maldad. Ahora, comprendemos mejor que el misterio pascual, fundamento y centro de nuestra fe cristiana, purifica y perfecciona la vida y todas las actividades humanas, que a causa de la soberbia y el egoísmo, corren diario peligro”, sostuvo.
“Revivamos y actualicemos durante este tiempo pascual la Vida Nueva, como don y tarea, exigencia de nuestro Bautismo, que nos hace hijos del Padre, redimidos por su Hijo, Jesucristo, regenerados y santificados por el Espíritu Santo”, concluyó.+
Texto del editorial.
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