Sexto día de la novena: Mons. Stanovnik pidió por quienes no tienen trabajo y llamó a ser solidarios
“Ella está con nosotros. La Virgen, hace más de cuatro siglos en Itatí. Estamos celebrando los cuatro siglos de la Virgen del Valle y pronto vamos a celebrar 400 años del primer milagro de Nuestra Señora de Luján. ¿Qué duda cabe? El saber quién fue la que modeló el corazón, la identidad de nuestro pueblo, quién la estuvo acompañando en sus alegrías y tristezas a lo largo de los siglos”, afirmó. “Por ella nos sigue llegando la buena noticia del Evangelio, es Jesús, muerto y resucitado, con quien ella ahora goza plenamente y con Él acompaña nuestro caminar”.
“Junto con mis hermanos obispos del NEA y particularmente de Corrientes, les hacemos llegar los sentimientos de piedad y de amor de nuestra gente por la Virgen de Itatí, con ella, con la del Valle, con la de Luján, que nos hace sentir un pueblo de hijos y de hermanos, nos quitamos el miedo y renovamos nuestra fe y nuestra esperanza”, continuó.
“Es intención de esta novena tener presente el dolor de los que han perdido el trabajo, o de los que no tienen trabajo. Comprendo el dolor de todos ellos porque en mi infancia lo he vivido”, reconoció. “Recuerdo el rostro preocupado y triste de mi padre cuando cerraron la fuente de trabajo donde se ganaba el pan y podía sostener a su familia y jamás olvidaré la expresión de dolor y de aflicción de mi madre cuando una tarde abriendo la alacena de la cocina exclamó: ‘Dios mío, no hay nada’. Pero también me ha quedado grabado en la memoria que durante esos días de penuria nos salvó la solidaridad de gente buena que nos dio una mano”, destacó.
“El peor mal, el peor enemigo que podemos, tener, del que podemos contagiarnos es el egoísmo: cuidarnos pero no cuidar a los otros, resguardarnos y dejar que los otros queden a la intemperie de las consecuencias económicas que produce el aislamiento, y peor aún, aprovecharse del momento crítico que estamos viviendo para provocar el caos y fomentar la inseguridad”, alertó.
“Tal vez muchos de los que estamos rezando esta novena no tenemos la posibilidad de brindar trabajo, pero seguramente podemos estar más atentos a los que padecen las consecuencias de no tenerlo o de haberlo perdido. Pero es probable que en esta novena pueda estar quien es capaz de hacer un mayor esfuerzo aún por no despedir a su obrero, a su empleada. En cambio todos podemos hacer algo positivo para hacer más liviana la vida de todos los días en esos pequeños espacios de la casa, y tomar entre todos los recaudos para cuidarnos y cuidar a otros”, animó.
“Querida Madre de Luján: te expresamos todo nuestro amor y te pedimos que nos acerques más a tu hijo Jesús y nos hagas mejores y más fraternos con todos”, concluyó.+
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