Erekat deseaba informar a la Santa Sede sobre los recientes acontecimientos en los territorios palestinos y la posibilidad de que la soberanía israelí se aplique unilateralmente a parte de esas zonas, lo que comprometería todavía más el proceso de paz.
En este sentido, la Santa Sede reitera que el respeto del derecho internacional y de las relevantes resoluciones de las Naciones Unidas – se lee en el comunicado – es un elemento indispensable para que los dos pueblos puedan vivir lado a lado en dos Estados, con las fronteras internacionalmente reconocidas antes de 1967.
Asimismo, la Santa Sede sigue con atención la situación y expresa su preocupación por los eventuales actos que podrían comprometer aún más el diálogo, esperando que los israelíes y los palestinos vuelvan a encontrar, y pronto, la posibilidad de negociar un acuerdo directamente, con la ayuda de la comunidad internacional, y que la paz pueda finalmente reinar en Tierra Santa, tan amada por judíos, cristianos y musulmanes.
Los planes de anexión israelíes y divisiones entre palestinos sabotean las esperanzas de paz
Los planes de Israel para la anexión unilateral de tierras de Cisjordania, "apoyados principalmente por facciones de derecha", ponen "en gran duda" la posibilidad de realizar un acuerdo pacífico que ponga fin al largo conflicto palestino-israelí que lleva décadas "cobrándose muchas vidas inocentes" en un "círculo vicioso" que hace que las injusticias provoquen tragedias y sufrimientos infinitos, recordaron recientemente los patriarcas y los jefes de las Iglesias de Tierra Santa en una declaración sobre el estancamiento del proceso de paz en Oriente Medio publicado el pasado 7 de mayo, difundido por la Agencia Fides.
Pocas horas después de la publicación de la declaración de los líderes de las comunidades eclesiales, el presidente israelí Reuven Rivlin encomendó al primer ministro Benjamin Netanyahu la tarea de formar el nuevo gobierno de coalición con el ex rival Binyamin Gantz del Partido "Azul y Blanco", después de que la Corte Suprema de Israel diese luz verde al acuerdo del gobierno entre Likud y el partido de Gantz, rechazando las peticiones que solicitaban excluir como candidato a la dirección del país al propio Netanyahu, que sigue en juicio con la acusación de corrupción.
Debe recordarse que el proyecto de "solución" del conflicto israelí-palestino lanzado por los Estados Unidos el 28 de enero, definido por el presidente Donald Trump como "el plan del siglo", le dio a Israel la posibilidad de extender la soberanía a los asentamientos de colonos dispersos en Cisjordania, pero al mismo tiempo pedía a Israel que congelara la construcción de nuevos asentamientos en los territorios árabes durante cuatro años.
En febrero, en el apogeo de la última campaña electoral, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció la construcción de más de 5,000 nuevas unidades de vivienda para colonos israelíes en áreas clave de Jerusalén Este, en los vecindarios de Har Homa y Givat Hamatos. Ambos barrios están ubicados en las últimas tierras que conectan las áreas palestinas de Cisjordania con Jerusalén Este.
El Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Tierra Santa - se lee en la declaración emitida el 7 de mayo - considera los planes de anexión de Israel "con la máxima preocupación, y pide al Estado de Israel que se abstenga de tales movimientos unilaterales, que llevarían a la pérdida de cualquier esperanza” para el futuro del proceso de paz.
Los Jefes de Iglesias se dirigen directamente a los "Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas" invitando a estos sujetos y organismos geopolíticos a "responder a estos planes de anexión unilaterales con una iniciativa de paz gradual, en línea con el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas" que hacen referencia a la repartición política de esa parte del mundo, "considerada santa por las tres religiones abrahámicas".
En su declaración, los Patriarcas y los Jefes de Tierra Santa también recurren a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), definiéndola como "el único representante legítimo del pueblo palestino". Las luchas dentro de la OLP y los conflictos entre la OLP y otras facciones políticas palestinas, escriben los miembros del Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Tierra Santa, también terminan saboteando el logro de la paz y la construcción de un estado palestino fundado en el pluralismo y los valores democráticos. En este sentido, los altos representantes de las Iglesias de Tierra Santa invitan a las diversas facciones palestinas a superar las divisiones y presentarse como un frente unido.
La declaración de los Jefes de las Iglesias de Tierra Santa estaba firmada por 13 patriarcas, obispos y representantes de realidades eclesiales, incluido el patriarca greco ortodoxo de Jerusalén, Teófilos III, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del patriarcado latino de Jerusalén y el padre Francesco Patton ofm, Custodio de Tierra Santa
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