Mons. Mestre: “Ciudadanos del Cielo, nuestra patria eterna”
Jesucristo mediador entre Dios y los hombres
Al comenzar, el obispo indicó que con la Ascensión “se cierra el circuito cristológico”. Esto significa que “la Palabra Eterna se encarna, nace, anuncia y concreta la presencia del Reino en la historia; realiza su ministerio público, padece, muere en cruz, resucita y hoy vuelve al Padre”. Este circuito “engrandece nuestra humanidad dado que Dios no solo ‘se hace carne’ sino que, a partir de la Ascensión de alguna forma la humanidad está en el mismo seno de la Santísima Trinidad”. Esta fiesta nos ayuda a “recuperar desde Dios la dignidad, grandeza y valor de todo lo humano”.
“Yo estaré con ustedes siempre hasta el fin del mundo”
En el segundo punto, monseñor Mestre menciona el último versículo de Mateo que “no debemos perderlo de vista”, ya que Jesús “revela el compromiso de Dios con la humanidad”. “La seguridad absoluta que, si bien Jesús asciende al Cielo, nunca nos deja solos: siempre nos acompañará. Su presencia es y será constante hasta el fin del mundo”, aseguró el obispo de Mar del Plata. El mismo Dios revelado en el Antiguo Testamento “como firme, estable, verdadero y fiel ahora en Jesucristo nos confirma esta misma perspectiva en su presencia segura hasta el fin de los tiempos”.
Mirar el cielo pero con los pies en la tierra
“El desafío del discípulo misionero de Jesús de todos los tiempos es descubrir que en el cielo, a donde Jesús hoy asciende, está el destino final de nuestra historia”, explicó monseñor Mestre. Este “destino final”, “lejos de hacernos escapar de esta vida nos invita a asumirla cada día con mayor compromiso”. Por eso, “levantamos la mirada al cielo”, porque también “somos ciudadanos” del cielo, “esa es nuestra Patria eterna que da sentido a nuestro transitar cotidiano”.+
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