abril 2020

Mons. Castagna: “La voz de Dios no puede ser reemplazada”

Corrientes (AICA): “El ateísmo dialéctico o cualquier otra teoría que ponga en duda la existencia de Dios, constituye la domesticación de un cachorro de tigre en el interior de un pacífico hogar; todo acaba, tarde o temprano, en tragedia, cuando el tierno gatito se convierta en un sanguinario depredador”, advirtió el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Castagna.
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, aseguró que “la voz de Dios, resonando en las conciencias, no puede ser sustituida o hábilmente imitada”.

“San Agustín afirmaba que el corazón humano - de todo ser humano - está hecho para Dios: ‘Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti’”, recordó en su reflexión semanal.

El prelado advirtió que “el ateísmo dialéctico o cualquier otra teoría que ponga en duda la existencia de Dios, constituye la domesticación de un cachorro de tigre en el interior de un pacífico hogar; todo acaba, tarde o temprano, en tragedia, cuando el tierno gatito se convierta en un sanguinario depredador”.

“La comparación parece exagerada pero, sus consecuencias negativas terminan dando la razón a esa tenebrosa perspectiva. Nos cuidamos - está bien que lo hagamos - del virus mortal que hoy amenaza al mundo, pero no medimos responsablemente el mal que produce una educación no bien cotejada con la verdad”, sostuvo.

“El celo por promover algunas leyes, consideradas políticamente ‘correctas e imprescindibles’ por quienes se erigen en sus ideólogos, hace que prevalezca el prejuicio ideológico - sobre todo propósito de legislar en serio - sin la base inteligente de la ciencia y de la moral”, aclaró.

Texto de la sugerencia

1.- La voz de Dios. Los hombres poseen una percepción innata que los habilita a reconocer la voz de Dios, su Padre y Creador. El pecado los ha descolocado existencialmente. Su consecuencia es el desvarío y la soledad. Al observar la compleja situación del mundo actual, podemos concluir que, sin duda, ha perdido su capacidad de distinguir la voz de Dios, como resuena en el interior de la conciencia. Es una voz que dicta lo que está bien y reprueba lo que está mal. Que se hace sentir cuando la conciencia está enferma y causa un dictamen erróneo. Jesús viene a curar al hombre, introduciendo su virtud sanadora en lo más profundo del ser. Los Santos son testigos de la eficacia del poder de Cristo. El mérito de los mismos consiste en no obstaculizar la acción divina. Existe en el mundo, ante la mirada atenta del más simple observador, una actitud soberbia y mezquina, convertida en pandemia como el coronavirus, pero mucho más perjudicial. Los profetas poseían la misión de ofrecer su propia voz a la voz de Dios. Juan Bautista, el último de ellos, exhorta a reconocer el pecado y a un nuevo proceso de conversión y penitencia. Como precursor le corresponde preparar la llegada del Salvador, en un exigente entrenamiento penitencial.

2.- Dios siempre viene a nuestro encuentro. Desde la Encarnación, Dios decide asumir todo lo humano, liberado del pecado, para hacerlo expresión de lo divino. Cristo resucitado encabeza la nueva creación, incluido principalmente el hombre, para conducirla y establecerla definitivamente en el Reino de Dios. La Creación no es una obra de arte, separada del artista, que pueda ser maltratada o destruida sin ofender a quien la creó. El pecado es un intento de malograr la obra de Dios; no obstante ha sido vencido, definitivamente, por el mismo Hijo de Dios hecho Hombre. Aunque el pecado alardee de victorioso, ya está derrotado y sus adeptos condenados. Cristo es el Dios encarnado y, la Pascua que celebramos es su victoria sobre el pecado y la muerte. El pecado es una ofensa a Dios porque constituye el absurdo intento de destruir al hombre: su obra amada. En ese aspecto el pecado afecta a Dios, sin posibilidad de dañarlo, como, a la inversa, lesiona mortalmente al hombre. Cristo es la Verdad que vence al error, es la Vida que vence a la muerte. La fe cristiana, o nuestra adhesión a la persona de Cristo, nos hace - con Él - vencedores del pecado y de la muerte. Es así como la Redención se hace cargo de nuestra vida personal y social. Para ello, Dios mismo viene a nuestro encuentro en el Emmanuel y recupera la sublime grandeza de la Creación. La santidad, que Cristo participa a sus discípulos, logra esa recuperación y configura al hombre nuevo “creado en la justicia y en la verdadera santidad” (Efesios 4, 24).

3.- La voz de Dios no puede ser reemplazada. Quienes aparecen con aires mesiánicos, sin ser el Mesías, “son ladrones y asaltantes” (Juan 10, 8) y su voz suena a falso mientras las ovejas se desilusionan al comprobar que las estuvieron engañando. La voz de Dios, resonando en las conciencias, no puede ser sustituida o hábilmente imitada. San Agustín afirmaba que el corazón humano - de todo ser humano - está hecho para Dios: “Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti” (Confesiones). El ateísmo dialéctico o cualquier otra teoría que ponga en duda la existencia de Dios, constituye la domesticación de un cachorro de tigre en el interior de un pacífico hogar; todo acaba, tarde o temprano, en tragedia, cuando el tierno gatito se convierta en un sanguinario depredador. La comparación parece exagerada pero, sus consecuencias negativas terminan dando la razón a esa tenebrosa perspectiva. Nos cuidamos - está bien que lo hagamos - del virus mortal que hoy amenaza al mundo, pero no medimos responsablemente el mal que produce una educación no bien cotejada con la verdad. El celo por promover algunas leyes, consideradas políticamente “correctas e imprescindibles” por quienes se erigen en sus ideólogos, hace que prevalezca el prejuicio ideológico - sobre todo propósito de legislar en serio - sin la base inteligente de la ciencia y de la moral.

4.- La voz de Dios hoy en la conciencia humana. Cristo se convierte en la voz del Padre, en los corazones de los hombres; identificable, si el mal no ha anulado, parcial o totalmente, la facultad de distinguir el bien del mal, la verdad del error. El deterioro que se observa, en la capacidad discernitiva de muchas personas - de creciente agravamiento - causa la sensación desagradable de vivir en la contradicción, en un orden incierto y frágil. Necesitamos aceptar humildemente la acción de Cristo Redentor, ofrecida como opción a la libertad, debidamente saneada por su poder divino que: “salva al que cree” (San Pablo a los Romanos).+

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Mons. Mestre saludó a los trabajadores en su día

Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, saludó a los trabajadores en su día desde el santuario marplatense de San Cayetano, especialmente a los trabajadores del ámbito de la salud y de seguridad, y a quienes a causa de la cuarentena están atravesando una situación difícil. Acompañado por el párroco del santuario, presbítero Juan Pablo Cayrol, el obispo impartió la bendición a toda la comunidad.
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, saludó a los trabajadores en su día desde el santuario marplatense de San Cayetano, acompañado por su párroco, presbítero Juan Pablo Cayrol.

Aunque “en cierta soledad”, y recordando con alegría las celebraciones de otros años desde el parque industrial o el puerto, con trabajadores, integrantes de movimientos sociales, empresarios y sindicalistas, monseñor Mestre indicó que, de todos modos, estamos “profundamente unidos de corazón”.

“¿Qué pedirle al santo de la paz, el pan y el trabajo?”, se preguntó el prelado. “En primer lugar por todos los trabajadores en su día, para que el Señor los bendiga, ilumine y acompañe”. Luego colocó en primera línea a los trabajadores del ámbito de la salud y de seguridad, “que están asumiendo las realidades sociales y sanitarias de esta pandemia”.

Seguidamente hizo referencia a las consecuencias de la cuarentena, “que afectan de manera muy seria a muchas familias y muchas personas”. En este sentido, le pidió a San Cayetano “que los acompañe y que nos dé a todos un corazón solidario para poder acompañar esta realidad”.

El presbítero Juan Pablo Cayrol agradeció la presencia del obispo diocesano en el santuario y recordó a la comunidad que “la fe es una palabra muy chiquita, pero la fe mueve montañas”. Por eso los animó: “No aflojen en la fe y si algo te hace aflojar, hacé como San Cayetano, tomando al niño Jesús en tus brazos y míralo”.

Al concluir, el monseñor Mestre bendijo a los trabajores, “de manera particular aquellos que están sin trabajo”, y a toda la comunidad.+

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Mons. Giobando: “La alegría cristiana es la certeza de haber sido redimidos”

Buenos Aires (AICA): La Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires ofreció en la tarde del miércoles 29 de abril una conferencia virtual a través de Facebook de monseñor Ernesto Giobando SJ, obispo auxiliar de Buenos Aires y responsable de la Vicaría de Niños, sobre el tema “El Espíritu Santo y el don de la esperanza”. “¿Cuántas veces olvidamos las cosas buenas que recibimos en nuestras vidas?”, se preguntó el prelado y afirmó: “La alegría cristiana es la certeza de haber sido redimidos y de tener sueños por realizar”.
La Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires ofreció en la tarde del miércoles 29 de abril una conferencia virtual de monseñor Ernesto Giobando SJ, obispo auxiliar de Buenos Aires y responsable de la Vicaría de Niños, sobre el tema “El Espíritu Santo y el don de la esperanza”.

A través de la página de Facebook, el prelado compartió un espacio de reflexión en tiempos de pandemia con las familias de la ciudad de Buenos Aires. “La pandemia nos sorprendió a todos”, afirmó monseñor Giobando, y señaló que estamos viviendo “un tiempo muy especial”: “difícil, duro, y tenemos que pensar en tantos hermanos nuestros que la están pasando mal”.

Por eso, animó a las familias a “poner lo mejor de sí para atravesar estos momentos: presencia en las redes, llamados por teléfono, ayudar a quienes tenemos cerca. Hoy, más que nunca, iglesia doméstica. Necesitamos mucho de la oración”. Recordando al papa Francisco, dijo que él “nos pide que en este mes de mayo que estemos con el rosario en la mano y rezarlo en familia”.

Al referirse al tema de la conferencia, expresó: “Estamos reunidos para reflexionar sobre el Espíritu Santo y la esperanza. Sin el Espíritu nada podemos. Últimamente se escucha muy seguido: no perdamos la esperanza. La Iglesia hace camino de luz en medio de este contexto”.

“El Espíritu Santo es el amor que une al Padre y al Hijo; en Jesús se hace un amor humano con dimensión divina. Y está obrando entre nosotros, está en las redes, nos inspira y nos da ánimo en nuestras vidas”, aseguró el obispo responsable de la Vicaría de Niños.

Más adelante se preguntó: “¿Cuántas veces olvidamos las cosas buenas que recibimos en nuestras vidas? La esperanza nos lleva a tener buena memoria. El Espíritu Santo nos da un poco de la humanidad de Jesús”. Y continuó: “¿Cómo mantener la alegría de la esperanza si estamos todos guardados? La alegría cristiana es la certeza de haber sido redimidos y de tener sueños por realizar. La esperanza nos da convencimiento interior. Alegría y paz en la fe”.

Haciendo referencia al anhelo y la alegría de que este tiempo pase, manifestó: “El día que se levante la cuarentena se parecerá al día de la resurrección. Iremos a nuestros templos, a ver a nuestros seres queridos, a los que la pasaron solos”.

Monseñor Giobando citó pasajes del Evangelio y al papa Francisco, de quien tomó, entre otros textos, parte de la oración extraordinaria del 27 de marzo en la que pidió por la pandemia desde el atrio de la basílica de San Pedro: “Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere”.

Para más información, visite la página web de la vicaría de niños www.vicarianiños.org.ar .+

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Mons. Bochatey animó a la fraternidad y la atención de los más frágiles

La Plata (Buenos Aires) (AICA): El obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA, compartió una reflexión en la revista Agente, de la Pastoral Social de la arquidiócesis, con el título “La pandemia y la fraternidad universal”. “Una emergencia como la de Covid-19 es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad y la ética”, planteó el obispo, y animó a prestar especial atención a los más frágiles.
El obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA, compartió una reflexión titulada “La pandemia y la fraternidad universal” en la revista Agente, de la Pastoral Social de la arquidiócesis.

“La pandemia del Covid-19 que nos ha sorprendido al inicio del año 2020 no estaba en los planes de nadie y nos apabulló dejándonos literalmente sin reacción, creando inseguridad y en muchos casos temor y pánico”, admitió el obispo.

“Como siempre en estas situaciones la persona reacciona de formas sorprendentes: sale lo mejor de cada uno o lo peor; frente al primer momento de estupor se pone en movimiento con iniciativas creativas o se paraliza; se compromete solidariamente o se encierra en el egoísmo; se adapta positivamente a la nueva realidad o se deprime con angustia; toma coraje y energía o se llena de temor y debilidad. Podríamos seguir con una larga lista de actitudes o sentimientos de toda clase. Sea como sea, se impone una reflexión racional, ética y de fe, al menos para los que la tenemos”, describió.

“Desde la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, hemos publicado una nota sobre la Pandemia y Fraternidad Universal donde, entre otras cosas, decíamos que en medio de nuestra euforia tecnológica y gerencial, nos encontramos social y técnicamente impreparados ante la propagación del contagio del Covid-19: hemos tenido dificultades en reconocer y admitir su impacto. E incluso ahora, estamos luchando fatigosamente para detener su propagación. Pero también observamos una falta de preparación -por no decir resistencia- en el reconocimiento de nuestra vulnerabilidad física, cultural y política ante el fenómeno, si consideramos la desestabilización existencial que está causando”, señaló. “Esta desestabilización está fuera del alcance de la ciencia y de la técnica. Es ciertamente indiscutible que, además de buscar medicamentos y vacunas, es igualmente urgente adquirir una mayor profundidad de visión, así como una mayor responsabilidad en la contribución reflexiva al significado y los valores del humanismo, en razón de nuestra humanidad compartida en la ‘casa común’”.

En ese sentido, consideró que “la coyuntura excepcional que hoy desafía a la fraternidad de la humana communitas debe transformarse en una oportunidad para que este espíritu de humanismo modele la cultura institucional en el tiempo”.

“Esta traumática situación nos deja en claro que no somos dueños de nuestro propio destino. Y hasta la ciencia muestra sus propios límites. Ya lo sabíamos: sus resultados son siempre parciales, provisionales y revisables pero fantaseábamos creyendo que era todo seguridad indiscutible: ‘Lo dice la ciencia…’. Hemos captado, con nueva claridad, la gradualidad y complejidad que requiere el conocimiento científico, con sus exigencias de metodología y verificación; la precariedad y los límites de nuestro conocimiento”.

“El contagio se extiende muy rápidamente de un país a otro; lo que le sucede a alguien se convierte en algo decisivo para todos. Esta coyuntura hace que lo que sabíamos sea aún más evidente, sin hacernos responsables de ello adecuadamente: para bien o para mal, las consecuencias de nuestras acciones siempre recaen sobre los demás. Nunca hay actos individuales que no tengan consecuencias sociales: esto se aplica a las personas, lo mismo que a las comunidades, sociedades y poblaciones individuales. Las naciones tienen sentido en la interrelación de la comunidad internacional: las ideologías nacionalistas se confirman una vez más inadecuadas y peligrosas”, señaló.

Al respecto, compartió dos perspectivas de pensamiento que “se han convertido en puntos de referencia en lo que respecta a la libertad y los derechos”, y que están siendo cuestionadas:

1)Mi libertad termina donde comienza la del otro: “La fórmula, ya peligrosamente ambigua en sí misma, es inadecuada para la comprensión de la experiencia real. Nuestras libertades siempre se entrelazan y se superponen, es necesario aprender a hacerlas cooperar, en vista del bien común y superar las tendencias, que incluso la epidemia puede alimentar, de ver en el otro una amenaza ‘infecciosa’ de la cual distanciarse y un enemigo del cual protegerse”.

2) Mi vida depende única y exclusivamente de mí: “Esto no es así. Somos parte de la humanidad y la humanidad es parte de nosotros: no hay derecho alguno que no tenga como implicación un deber correspondiente: la coexistencia de lo libre e igual es un tema exquisitamente ético, no técnico”.

“Esta dicotomía deberá encontrar una superación en las decisiones políticas que tendrán ciertamente que tener en cuenta los datos científicos, pero que no pueden reducirse a ese nivel. Permitir que los fenómenos humanos se interpreten sólo sobre la base de categorías de ciencia empírica producirá respuestas a nivel técnico pero no humano o antropológico. Esta lógica tampoco respeta las diferencias entre las culturas, que interpretan la salud, la enfermedad, la muerte y los sistemas de asistencia atribuyendo significados que en su diversidad pueden constituir una riqueza”, explicó.

“Lo que necesitamos en cambio es una alianza entre la ciencia y el humanismo, que deben ser integrados y no separados o, peor aún, contrapuestos. Una emergencia como la de Covid-19 es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad y la ética. Los medios técnicos y clínicos de contención deben integrarse en una vasta y profunda investigación para el bien común, sin discriminación o separación de los vulnerables en función de la edad, ciudadanía, nivel económico u otro”, advirtió.

“Debemos prestar especial atención a los que son más frágiles, sobre todo a los ancianos y discapacitados. Habrá muchas más muertes allí donde no se garantice a las personas una atención sanitaria básica en su vida cotidiana”, destacó.

“La mayor penalización a la que están sometidos los más frágiles, nos insta a prestar mucha atención a la forma en que algunos hablan de la acción de Dios: no podemos interpretar los sufrimientos por los que pasa la humanidad en el crudo esquema que establece una correspondencia entre la ‘majestad herida’ de lo divino y la ‘represalia sagrada’ emprendida por Dios. Escuchar las Escrituras y el cumplimiento de la promesa de Jesús nos muestra que estar del lado de la vida, como Dios nos enseña, se concreta en gestos de humanidad hacia el otro. Cada forma de solicitud, cada expresión de benevolencia es una victoria del Resucitado. Es responsabilidad de los cristianos dar testimonio de Él. Siempre y para todos”, concluyó.+

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Corrientes (AICA): La provincia de Corrientes de prepara para celebrar la solemnidad de la Santísima Cruz de los Milagros el domingo 3 de mayo. Además, el arzobispo de Corrientes, y los obispos de Goya y de Santo Tomé, acompañados por el pueblo correntino a través de los medios digitales, realizarán la consagración y súplica a la patrona y protectora de la provincia, Nuestra Señora de Itatí, por el fin de la pandemia del coronavirus y el mal del dengue.
La provincia de Corrientes de prepara para celebrar la solemnidad de la Santísima Cruz de los Milagros el domingo 3 de mayo. Además, el arzobispo de Corrientes, y los obispos de Goya y de Santo Tomé, acompañados por el pueblo correntino a través de los medios digitales, realizarán la consagración y súplica a la patrona y protectora de la provincia, Nuestra Señora de Itatí.

Los prelados elevarán una plegaria por “el fin de la pandemia del coronavirus y el mal del dengue; y para que Ella proteja a los que prestan servicios a la comunidad, sostenga la fe y la esperanza de nuestros enfermos y consuele a sus familiares”.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidirá la consagración que se llevará a cabo durante la misa que presidirá a las 16 en el santuario de la Santísima Cruz de los Milagros. Los pastores de la región elevarán juntos la plegaria, unidos a todo el pueblo correntino que seguirá la transmisión por diversos medios digitales.

Durante la celebración del centenario de la proclamación de la Virgen de Itatí como “patrona y protectora de la diócesis”, monseñor Stanovnik expresó: “Consagrar quiere decir dedicar algo total y exclusivamente para un determinado fin. Dios Padre se entregó totalmente por amor a nosotros en su Hijo Jesucristo. En este sentido, podríamos decir, que Jesús se ‘consagró’ enteramente por nosotros, hasta el extremo de dar la vida. Así, vemos que el acto de consagrar es un acto de amor”.

El arzobispo explicó que “la consagración se comprende solamente en la lógica del amor. Por eso decimos que realizamos esta consagración ante la Cruz de los Milagros, porque en ella vemos el signo más claro del amor que Dios nos tiene. Nuestra consagración es así una respuesta de amor al amor de Dios, que se nos reveló en Jesucristo. La Virgen Madre fue el camino más corto que eligió Jesús para llegar hasta nosotros y revelarnos su amor. También para nosotros, ella es el camino más corto para que podamos llegar a Jesús y expresarle a él nuestro amor”.

La celebración podrá verse en vivo por la página de Facebook de la arquidiócesis de Corrientes, de la FM San Cayetano, y Compartiendo Vida Equipo Televisivo Arquidiocesano; asimismo, por el canal de YouTube de la arquidiócesis; y por radio FM San Cayetano 102.5 o www.fmsancayetano.com.ar o bajando la app al celular.+

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Merlo (Buenos Aires) (AICA): Cáritas Merlo-Moreno acompaña más de 40 ollas populares y entrega unas 280.000 viandas mensuales en el marco de la emergencia alimentaria derivada del aislamiento para prevenir el contagio del Covid19. Los voluntarios invitan a colaborar con esta iniciativa, dado que la demanda sigue creciendo y, advierten, habrá que ¨abrir más ollas para responder a tantas necesidades”.
Cáritas Merlo-Moreno, que venía llevando adelante un amplio servicio de promoción y ayuda inmediata en su comunidad del conurbano bonaerense antes de la pandemia, pero ahora reforzó su tarea asistencial y acompaña más de 40 ollas populares y entrega 280.000 viandas mensuales en el marco de la emergencia alimentaria derivada del aislamiento para prevenir el contagio del Covid19.

La directora de Cáritas Merlo-Moreno, Rosa María López, explicó que cuando se dispuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por la emergencia sanitaria, no tenían ni bolsones para entregar.

“Entonces junto a los sacerdotes decidimos sumar los esfuerzos y comenzar a ofrecer ollas populares en algunos barrios. Lo poco que teníamos en Cáritas, en las parroquias, en las comunidades, lo pusimos en común y comenzamos organizando el servicio con nueve ollas”, explicó.

“Comenzamos con estas 9 ollas con fondos que conseguimos nosotros de parte de nuestras Cáritas, de las parroquias y de las donaciones que los sacerdotes podían recibir”, agregó.

López advirtió que “la situación se fue complicando cada vez más y hoy tenemos 41 ollas populares”, que permiten producir más de 14.000 viandas diarias, y destacó: “Esto es, más de 280.000 por mes”.

Frente a esta situación, la directora de Cáritas Merlo-Moreno, convocó a sumarse a esta propuesta solidaria, dado que habrá que sostenerla “como mínimo 2 meses más, pero la demanda sigue creciendo y estamos previendo abrir más ollas para responder a tantas necesidades”.

Los interesados en colaborar en el sostenimiento de las ollas populares pueden hacerlo mediante un código QR populares.

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Con motivo del 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, que se conmemora el próximo 8 de mayo, el episcopado alemán presentó, en una videoconferencia, un documento en el que evaluaron críticamente el comportamiento de sus predecesores en ese momento. - En este asunto, no solo hay un vacío en la memoria, sino también un “vacío en el reconocimiento”, dijo monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana este miércoles 29 de abril durante la presentación del documento.

A la presentación también asistieron el obispo de Hildesheim, monseñor Heiner Wilmer, presidente de la Comisión de Justicia y Paz y Christoph Kösters, un historiador de Bonn, que participó en la preparación del texto: “Las palabras de los obispos alemanes para el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial”.

El obispo Bätzing señaló que el 8 de mayo de 1945 fue un día de rendición, derrota para los alemanes, un momento en que tuvieron que sufrir las consecuencias de la guerra, el hambre, pero sobre todo la expulsión y la fuga de los territorios orientales del entonces Reich alemán. Por otro lado, junto con la creciente distancia del tiempo, los alemanes entendieron cada vez más que el 8 de mayo es el día de la liberación: la liberación del flagelo de la guerra, la opresión nazi y los asesinatos en masa.

Recordó que en las últimas décadas se discutió mucho sobre el comportamiento de las Iglesias, especialmente de sus superiores durante el período del nacionalsocialismo. “Se han revelado algunas cosas que dan lugar a una gran gratitud, pero algunos problemas nos hacen sentir avergonzados”. Hay experiencias dolorosas necesarias para la renovación de la Iglesia, pero la verdad es una parte indispensable del camino cristiano “, agregó.

Memoria contemporánea
En la introducción al documento, leemos que el 8 de mayo de 1945 terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa, que fue desatada por la Alemania nacionalsocialista en 1939. Más de 50 millones de personas fueron víctimas. En el oeste del continente fue una guerra de subordinación, pero en el este, especialmente en Polonia y contra las naciones de la antigua Unión Soviética, hubo una guerra de esclavitud y exterminio. Durante el mismo, los nacionalsocialistas cometieron el genocidio del Holocausto al asesinar a seis millones de judíos y cientos de miles de sinti y romaníes.

En la primera parte titulada Los obispos alemanes de “memoria contemporánea” señalan que 75 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, todavía tenemos que lidiar con sus múltiples consecuencias para Alemania, Europa y el mundo. “La guerra y sus víctimas, pérdidas y deficiencias, culpa y vergüenza han dado forma a muchas familias durante generaciones. Los obispos alemanes también han experimentado este estigma. Es por eso que, desde 1945, han analizado repetidamente y críticamente el nacionalsocialismo y sus consecuencias. Esta reflexión fue a menudo dolorosa porque además del reconocimiento para las víctimas, tenía que ser una cuestión de culpa y fracaso “, se lee en el texto.

También recuerdan que la República Democrática Alemana después de 1945 siguió un camino diferente al de la República Federal de Alemania y utilizó la memoria histórica con fines políticos en el servicio y la alianza con la Unión Soviética. La dirección del partido comunista se puso del lado de los vencedores soviéticos, lo que les impidió tratar adecuadamente con el pasado y sinceramente reconciliarse con sus vecinos y consigo mismos como debería ser.

También señalan una parte importante de la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial, que es el hecho de que la Unión Soviética apoyó el ataque alemán contra Polonia como parte del pacto naziestalinista y participó en la destrucción de Polonia. Además, que la victoria sobre el nacionalsocialismo en Europa del Este estuvo acompañada por el establecimiento de décadas de tiranía comunista.

Los obispos agradecen a los vecinos de Alemania por su disposición a reconciliarse, que es un “regalo duradero”. “Una mirada crítica a nuestro pasado ahora es parte de la imagen de la República Federal de Alemania”, resaltan y cuestionan con cautela el proceso en su país.

Expresan preocupación porque también fuera de Alemania, el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Europa oriental, a menudo conduce a disputas indignas. “Esto tiene sus raíces en las heridas no saludables de la Segunda Guerra Mundial, pero también en experiencias posteriores de injusticia y violencia durante el comunismo”. Los obispos alemanes reconocen que “no hay duda de que los pueblos de la antigua Unión Soviética han padrecido grandes sacrificios por la victoria sobre el nacionalsocialismo”.

Los obispos señalan que, para vivir juntos en paz en un hogar europeo, se necesita una cultura de diálogo y respeto por el sufrimiento de las personas. “Un alto grado de compasión, tristeza y reflexión debería definirnos más que los tonos terroríficos de acusarnos”, leemos.

La actitud de los obispos católicos
En la parte titulada “La jerarquía: actitud de los obispos católicos en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial” recuerda que, con el ataque a Polonia en septiembre de 1939, la Alemania nacionalsocialista comenzó una “guerra de exterminio” ideológica durante la cual tuvieron lugar innumerables crímenes, deportaciones y asesinatos de la intelectualidad polaca, incluido el clero católico. Casi dos millones de polacos fueron llevados para trabajos forzados a empresas alemanas, incluidas muchas instituciones de la Iglesia Católica en Alemania.

Los obispos señalan que, a pesar de la distancia interna al socialismo nacional y, a veces, incluso de la hostilidad abierta, la Iglesia católica en Alemania era “parte de la sociedad en tiempos de guerra”. Señalan que pastores de divisiones, hospitales militares, prisiones y capellanes militares estaban activos en el ministerio pastoral de la Wehrmacht. Sacerdotes, seminaristas y religiosos también participaron en el ejército como parte de su servicio militar obligatorio. Recuerdan que varios miles de monasterios y casas de la iglesia servían a hospitales militares, y decenas de miles de monjas cumplían su “deber patriótico”, especialmente en los hospitales. La vida cotidiana en la guerra, tanto en el frente como en el “frente interno”, mostró innumerables casos de apoyo pastoral y humano positivo, así como acciones vergonzosas.

Los obispos recuerdan que, con la invasión alemana de Polonia, que era contraria al derecho internacional, los obispos se enfrentaron a la pregunta de cómo deberían reaccionar ante la guerra. Después de la experiencia de la Primera Guerra Mundial, mostraron una moderación clara en sus sermones y cartas pastorales. Sin embargo, alentaron a los soldados y fieles a ser leales, obedientes y cumplir con sus deberes en un espíritu de sacrificio y sacrificio. Aunque las declaraciones de los obispos individuales fueron matizadas, “la melodía fue la misma”. Solo el obispo de Berlín, Konrad von Preysing, renunció a este tipo de apelación y habló sobre un “momento peligroso” y señaló formas de lidiar con la amenazante “realidad de morir”.

Señalan que después de las experiencias de 1914-1918, los obispos no legitimaron claramente la guerra llamándola “justa”, pero a pesar del creciente número de víctimas, la “forma de pensar nacional y patriótica” no se dio por vencida. Se recordó que después de la victoria sobre Francia en 1940, las campanas sonaron en todo el Reich alemán y el ataque a la Unión Soviética se llamó la cruzada contra el “bolchevismo impío”, lo que dio a la guerra una justificación religiosa adicional. “Aunque los obispos no compartieron la justificación racial-ideológica de la guerra por parte de los nazis, sus palabras e imágenes fortalecieron tanto a los soldados como al régimen de lucha, dando a la guerra un significado adicional”, se lee en el documento.

Destacan, además que, bajo la influencia de los crímenes en el frente, los territorios ocupados y el Reich alemán, la perspectiva de las declaraciones de los obispos cambió. El concepto eufemístico de la guerra como una lucha sincera y honorable con el enemigo gradualmente dio paso a una conciencia cada vez más aterradora del enorme sufrimiento y muerte de soldados y víctimas civiles como resultado de los bombardeos aliados. “Por otro lado, el sufrimiento de los demás no se tuvo suficientemente en cuenta. Tanto en septiembre de 1939 como después no hubo protesta abierta de los obispos alemanes contra la guerra. Y también contra crímenes monstruosos contra otros, discriminados y perseguidos como “racialmente extranjeros”, especialmente contra judíos.

El documento indica que algunos de los obispos solo se atrevieron a condenar los crímenes de eutanasia contra los discapacitados. La más famosa es la dura crítica de este crimen que provino del obispo de Münster, Clemens August Graf von Galen. No fue hasta agosto de 1943 que la Conferencia Episcopal emitió una carta pastoral titulada “Los Diez Mandamientos como la ley de vida de los pueblos”, que habla públicamente sobre la necesidad de una relación entre la ley estatal y la ley de Dios, para proteger el matrimonio y la familia, obedecer la conciencia, tener un derecho incondicional a la vida y proteger la propiedad.

Como señalan los obispos, esto no cambió el hecho de que los soldados todavía estaban llamados a realizar sus deberes fielmente, y aquellos que dudaban pensaban en la deserción. Sin embargo, aquellos que realmente desertaron no encontraron apoyo en las declaraciones de los obispos. “Se quedaron solos con dudas de conciencia”, leemos.

Los autores del documento señalan que los obispos alemanes no encontraron una salida adecuada a la tensión, que por un lado resultó de la idea de las obligaciones patrióticas durante la guerra, la legitimidad del poder del Estado, el deber de obediencia y, por el otro, de la conciencia de crímenes obvios. Recuerdan que los obispos no dijeron un claro “No” a la guerra, y la mayoría de ellos, fortaleciendo la voluntad de luchar, se convirtieron en cómplices de la guerra.

Luchando por entender
En la tercera parte titulada: Los obispos “búsqueda de la comprensión”, reconocen que no importa cuán incomprensible y erróneo sea el comportamiento de sus predecesores, tuvieron que comprometerse a comprender sus acciones desde una perspectiva histórica. Solo de esta manera se puede responder a la pregunta de cómo se podrían haber formado esas actitudes y cuál fue su apoyo. Al mismo tiempo, señalan condiciones históricas. Enfatizan que la Iglesia Católica en Alemania recorrió un largo camino, y las experiencias del Kulturkampf y la necesidad de visualizar la lealtad nacional se han hecho evidentes en tiempos del socialismo nacional. Las necesidades y derechos de otras naciones fueron ampliamente ignorados. Especialmente durante la guerra, se dio por sentado el deber patriótico de “defender el país de uno”.

Los obispos recuerdan que, en la Iglesia católica en Alemania, así como entre los obispos, se rechazó el Tratado de Versalles, en el que se le asignó a Alemania la responsabilidad exclusiva del estallido de la Primera Guerra Mundial y se consideró una humillación. Muchos católicos (incluidos los obispos) creían que las difíciles condiciones impuestas en el país por el Tratado eran injustas y que su revisión era necesaria. También recuerdan que, además de pensar en categorías nacionales, también hubo un conflicto con el comunismo y la lucha contra el bolchevismo. Y esto fue particularmente importante para la propaganda nazi después de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941.

Los autores del documento señalan que la Iglesia en Alemania se encontraba en una situación crítica después de concluir un concordato con el Tercer Reich en 1933, que daba garantías para la actividad pastoral de la Iglesia. Según el concordato, “el régimen nazi trató de sacar a la Iglesia católica de la vida pública a la sacristía”. Con la creciente represión de la Iglesia, especialmente durante la guerra, como los numerosos encarcelamientos de sacerdotes, religiosos y laicos, los límites de esta estrategia de defensa se hicieron cada vez más visibles. Sin embargo, los obispos todavía se consideraban obligados por el acuerdo.

Así, después del surgimiento del poder de los nacionalsocialistas, cuya visión del mundo fue ciertamente rechazada por los obispos, el estado alemán todavía se consideraba una fuerza de aplicación de la ley que debía ser respetada y protegida. En las condiciones del estado nazi de injusticia, esto condujo a la posición problemática de la Iglesia.

El episcopado de los tiempos del nacionalsocialismo era institucionalmente demasiado débil para mostrar una línea común fuerte. “El hecho de que el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Adolf Bertram, bloqueó el cambio de rumbo a pesar de las experiencias cada vez más dramáticas e insistió en continuar con la política del tratado, hizo que la Conferencia Episcopal no pudiera actuar en el momento en que el régimen decidió en 1941 destruir el judaísmo “- leemos en la carta.

No fue sino hasta agosto de 1943, después de dos años de controversias y disputas, que los obispos lograron anunciar una carta pastoral en la que se expresó una posición común de que “el Decálogo constituiría la base del derecho a la vida de todas las naciones y de los derechos humanos”.

Ciencia para el futuro
En la cuarta parte del documento los obispos confiesan: “Hoy, estamos tristes y avergonzados de mirar a las víctimas y a aquellos cuyas preguntas existenciales no han sido respondidas adecuadamente en el espíritu de fe frente al crimen y la guerra. A medida que pasan los años, es particularmente vergonzoso que durante mucho tiempo no se haya prestado suficiente atención al sufrimiento y a las víctimas de los demás. Los caminos de reconciliación con nuestros vecinos, especialmente con Francia y Polonia, nos han ayudado a dejar atrás estas estrechas opiniones marcadas por la evitación, la represión y nuestro propio dolor. En un estudio crítico, a menudo tenso y doloroso de las experiencias y el sufrimiento de los demás, especialmente de los judíos, la iglesia en Alemania gradualmente se abrió camino hacia sí misma. Hemos experimentado que estas reuniones también han contribuido y continúan contribuyendo significativamente a la renovación de la Iglesia “.

Los obispos señalan que “el comportamiento de nuestros predecesores se basó en el enredo del espíritu nacional de los tiempos y en las ideas de la Iglesia con respecto a la relación entre el Estado y la Iglesia, que se desarrolló en diferentes realidades históricas y desde un punto de vista teológico no puede reclamar validez universal”.

“Le tomó a la Iglesia experiencias aterradoras de nuestro tiempo, así como una investigación crítica exegética y teológica, para redefinir la relación entre la sociedad y la religión y enfatizar el papel de la Iglesia en el estado en el sentido de una evaluación crítica del presente”, se lee en el documento.

Los obispos señalan que hoy la Iglesia cree que está llamada y obligada a “ser consciente de que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, exige de cada gobierno y de cada estado dignidad para todas las personas, derechos humanos inalienables, principios orden moral y todo lo que sirve a la salvación de las almas. Hemos redescubierto que el mensaje del Evangelio no termina en la frontera de nuestro propio país y que la solidaridad en el espíritu cristiano no se limita a nuestra propia gente, y superar todo sufrimiento en el mundo es seguir a Jesús “.

Al final de la carta, los obispos alemanes están agradecidos de que la voluntad de abordar cuestiones y problemas candentes “nos haya acercado a Cristo y a una comprensión más profunda del Evangelio. La “memoria pasional”, o el recuerdo del sufrimiento de las víctimas, es de particular importancia. En ellos nos encontramos con Cristo”, concluyen. +

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Buenos Aires (AICA): A cinco años de la encíclica Laudato si’, del papa Francisco, organismos pastorales, asociaciones y movimientos eclesiales argentinos se unieron para organizar actividades virtuales con el propósito de reflexionar –del 16 al 24 de mayo-- sobre el contenido del documento pontificio, concientizar sobre la misión en el cuidado de la casa común y generar acciones concretas en los hogares.
A cinco años de la encíclica Laudato si’, del papa Francisco, organismos pastorales, asociaciones y movimientos eclesiales argentinos se unieron para organizar actividades virtuales con el propósito de reflexionar sobre el contenido del documento pontificio, concientizar sobre la misión en el cuidado de la casa común y generar acciones concretas en los hogares.

“Del 16 al 24 de mayo, los católicos del mundo, en comunión con el papa Francisco nos uniremos solidariamente por un futuro más justo, fraterno y sostenible sumándonos al pedido de Francisco para que ‘cuidemos la creación, don de nuestro buen Dios Creador’”, subrayaron.

Preparan las iniciativas en este sentido el Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina (Deplai CEA), la Pastoral de Juventud de la CEA, la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CEA), Renova +, la Acción Católica Argentina, el Movimiento de Focolares, la Comisión Pastoral Scout Católica, los Jóvenes Agustinos Recoletos, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), el Movimiento Círculo de Juventud y Meraki, entre otros.

Los argentinos se unen de este modo a la Semana Laudato si’, promovida por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, facilitada por el Movimiento Católico Mundial por el Clima y Renova +, junto con organizaciones católicas, en un camino de comunión afectiva y efectiva.

“A tal fin, se han creado espacios en las redes sociales que permitirán acercar diversas iniciativas para profundizar el contenido de la encíclica social -que habla del medio ambiente, el sentido de la existencia y los valores base de la vida comunitaria-, participar de propuestas globales y movilizar acciones concretas en lo local, comenzando por nuestras casas”, detallaron.

“La realidad que atravesamos en estos días de pandemia, su impacto en la vida cotidiana personal y en la ‘casa común’, nos invitan a tomar conciencia de la realidad y a repensar 'qué mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo’, como nos señaló el papa Francisco”, expresaron.

Los canales disponibles en las redes sociales son: Facebook / @laudatosiargentina
Youtube / Laudato Si Argentina Twitter / @laudatosiargen1 Instagram / @laudato_si_argentina

“¡Celebremos junto al papa Francisco la Semana Laudato si’!”, invitan

“Si en tu ciudad, en tu diócesis, en tu parroquia, en tu colegio, o donde sea, quieren adherir al respecto, podés consultarnos para poder juntos trabajar para esa semana tan especial, adherite en este link http://bit.ly/3bAEtHX.+

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Merlo (Buenos Aires) (AICA): Las consecuencias derivadas de la emergencia sanitaria están afectando a toda la sociedad y su impacto inmediato se manifiesta con mayor fuerza en los barrios más vulnerables. En ese contexto, Cáritas Argentina reforzó su trabajo y adaptó sus servicios para dar mejor respuesta a la creciente demanda de alimentos. Ollas populares y viandas, opciones.
Las consecuencias derivadas de la emergencia sanitaria por la pandemia están afectando a toda la sociedad y su impacto inmediato se manifiesta con mayor fuerza en los barrios más vulnerables.

En ese contexto, Cáritas Argentina reforzó su trabajo y adaptó sus servicios para dar mejor respuesta a la creciente demanda de alimentos y artículos esenciales.

Cáritas Merlo-Moreno, que venía llevando adelante un amplio servicio de promoción y ayuda inmediata en su comunidad del conurbano bonaerense antes de la pandemia, es una muestra testimonial del esfuerzo que los equipos de la organización caritativa de la Iglesia están desplegando en el país.

Cuando comenzó la emergencia, el equipo diocesano supo que sus servicios de comedores y merenderos no serían suficientes ante la nueva realidad y tampoco se vislumbraba mucho apoyo por parte de las autoridades locales.

Rosa María López, directora de Cáritas Merlo-Moreno, explicó que en ese momento –hace apenas unas semanas- no tenían ni bolsones para entregar.

“Entonces junto a los sacerdotes decidimos sumar los esfuerzos y comenzar a ofrecer ollas populares en algunos barrios. Lo poco que teníamos en Cáritas, en las parroquias, en las comunidades, lo pusimos en común y comenzamos organizando el servicio con nueve ollas”, detalló.

Llegan a 41 ollas populares
No obstante, las demandas en los barrios se incrementaron rápidamente con el correr de los días. “Comenzamos con estas 9 ollas -indicó López- con fondos que conseguimos nosotros de parte de nuestras Cáritas, de las parroquias y de las donaciones que los sacerdotes podían recibir”, indicó López.

“Así pudimos empezar, pero duró muy poco, porque la situación se fue complicando cada vez más y hoy en día tenemos 41 ollas populares. A través de ellas brindamos más de 14.000 viandas diarias, esto es, más de 280.000 por mes”, agregó.

López explicó que este enorme esfuerzo “se sostiene con los fondos que nos envía Cáritas Argentina, los fondos que podemos recaudar en nuestras cuentas (a través de Mercado Pago por los problemas de atención en los bancos), con aportes de fundaciones, fondos de parroquias y amigos solidarios. Es una tarea ardua, porque cuando conseguimos apoyo para 300 personas, vamos al lugar y encontramos 500. Cada día es más complejo”.

En algunos barrios, cercanos a asentamientos, hay mucha demanda y hay más de una olla para preparar y distribuir las viandas. Pero incluso en los barrios más céntricos se pueden encontrar muchas familias que salen a pedir por primera vez.

“En el centro de Merlo –ejemplificó- tenemos hoy cuatro ollas. Teníamos sólo una, para responder a la realidad de la gente en situación de calle, con capacidad para servir a 50/60 personas, pero hoy están entregando 300/350 porciones a familias que viven en la zona. Y nos entristece ver gente que nunca salió a pedir, que nunca pensó que iba a tener que hacerlo y que ahora viene a buscar su vianda. Para esas personas, además, estamos ofreciendo también un acompañamiento psicológico por video llamadas, porque es un momento muy difícil en sus vidas”.

La solidaridad vivida como Iglesia
Los psicólogos que colaboran con la tarea de Cáritas también acompañan a los voluntarios, porque tienen realmente mucho trabajo, mucha demanda, y porque algunas situaciones les genera una carga emocional muy alta. Sin embargo, el sentido solidario y trascendente que los anima supera toda dificultad y en la actualidad cada olla cuenta con un equipo de, al menos, 10 personas que se van rotando para poder seguir brindando el servicio. Son más de 400 voluntarios que están colaborando con mucho entusiasmo.

Junto al trabajo de laicos y consagrados, López mencionó especialmente la labor que realizan los sacerdotes en los barrios más pobres, es “admirable ver en el terreno cómo se pusieron a cargo de la emergencia y cómo la están peleando codo a codo con la gente”. Con un gran sentido pastoral, los sacerdotes están presentes en los barrios donde se los necesita, acompañan, hacen muchas de las compras, consiguen donaciones en fundaciones o descuentos en negocios y responden cada vez que se presenta alguna necesidad.

“Trabajamos con pleno espíritu de Iglesia –destacó-, en comunión todos juntos, laicos, consagrados religiosos, sacerdotes, con toda la voluntad y el compromiso puestos en una sola tarea, que es hoy llevar y garantizar el alimento en nuestros barrios. Es una experiencia muy profunda, que ennoblece a todos”.

Un llamado a colaborar
López afirmó que es necesario continuar este servicio: “Esto tenemos que sostenerlo como mínimo 2 meses más, que es lo que nos propusimos, pero la demanda sigue creciendo y estamos previendo abrir más ollas para responder a tantas necesidades”. Los voluntarios de Cáritas Merlo Moreno tienen la certeza que, con dedicación y perseverancia, van a superar ese objetivo. Tienen mucha voluntad de servicio y sólo necesitan un poco de apoyo económico.

Mediante un código QR se puede colaborar con el sostenimiento de estas ollas populares.

Más información www.caritas.org.ar.+

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Novena a la Virgen de Luján: Mons. Buenanueva rezó por las autoridades

Luján (Buenos Aires) (AICA): En el segundo día de la novena dedicada a Nuestra Señora de Luján, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, encomendó a la Virgen a las autoridades públicas, y animó a seguir el modelo de liderazgo de Nuestra Madre.
El obispo San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, guió la meditación en el segundo día de la novena a Nuestra Señora de Luján.

“En este día de la novena patronal, encomendamos a la Virgencita de Luján a nuestras autoridades públicas, estos hombres y mujeres que han sentido la llamada del servicio al bien común, vocación y servicio particularmente importantes y también exigentes en esta hora de prueba que vive nuestro pueblo por la emergencia sanitaria, pero que vivimos solidariamente unidos a todos los pueblos de la tierra”, expresó el obispo.

“¿Puede María inspirar un estilo de liderazgo especialmente apto en este momento de crisis? Yo creo que sí”, consideró el prelado, y compartió algunos rasgos de este liderazgo.

“En primer lugar, María peregrina está siempre en camino para servir. Y ponerse en camino significa unir esa humildad que es necesaria, porque hay que aprender cada día, y cada día hay que levantarse incluso cuando se siente el cansancio del camino, porque uno aprende a dejarse ayudar, modelado también por la realidad”, señaló.

En segundo lugar, destacó: “María busca estar cerca de su pueblo, de sus hijos e hijas, cerca de las personas concretas, con los problemas reales de la vida. Esa conexión con la realidad concreta es fundamental en cualquier liderazgo”, afirmó.

“María busca también convocar a todos, sentar a todos a la mesa para que, como familia, enfrenten juntos las dificultades, las vicisitudes del camino, especialmente cuando son más difíciles y nos ponen en crisis”.

“Pero hay en el corazón de Nuestra Señora una inclinación muy fuerte a estar siempre junto a los más vulnerables, a los que sienten con mayor dureza el peso de la vida”, señaló. En ese sentido, expresó: “Cualquier proyecto que surja nos tiene que abarcar a todos. Cuando emerjamos de esta crisis, seguramente nuestro país, nuestro pueblo va a estar muy herido, va a ser más vulnerable, tal vez más pobre, por eso no podemos darle la espalda a los más heridos del camino”.

“María nos enseña a mirar el futuro con corazón amplio, con corazón de Madre. Virgencita de Luján, te encomendamos a nuestras autoridades y a todo nuestro pueblo”, concluyó.+

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Episcopado español establece disposiciones para la vuelta a los templos en cuatro fases

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE) publicó este jueves una nota en la que establece una serie de disposiciones para la vuelta a los templos y demás sacramentos y otras actividades pastorales que se aplicarán a partir del lunes 11 de mayo.

“Después de semanas sin expresar comunitariamente nuestra fe en templos y locales parroquiales, queremos recuperar progresivamente la normalidad de la vida eclesial”, escribe la Comisión Ejecutiva de la CEE. Una transición en la que proponen, a nivel general, a todas las diócesis que se dispense del precepto de participar en la misa dominical y se sugiere a personas de riesgo, mayores y enfermos que se queden en casa y sigan las celebraciones por los medios de comunicación. Y solicitan a los sacerdotes que refieren las medidas organizativas e higiénicas.

Cuatro fases
Los obispos siguen las fases de desescalada que ya estableció el gobierno español.

En la fase 0 la CEE anunció que se mantiene “la situación actual”, es decir, “culto sin pueblo”, “atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos” y llaman a la preparación “en cada diócesis y parroquias las fases siguientes”.

Durante la fase 1, que se prevé que comience si los indicadores siguen siendo favorables, el 11 de mayo, por lo que se permitiría “la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. Quizá con preferencia al acompañamiento de las familias en su duelo”.

La fase 2, que podría iniciarse el 25 de mayo, incluiría el “restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios, mitad del aforo, higiene, distancia”, y se aplicarán las medidas de carácter general.

Mientras que en la fase 3 se inicia “la vida pastoral ordinaria” pero siempre teniendo en cuenta “las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad”.

Sobre las medidas de carácter general, la CEE explica que se prorroga “la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo”. Y se invita a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo “que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios”.

Celebración de la misa
Se establece el aforo máximo de los templos; un tercio en la primera fase y la mitad en la segunda fase, así como respetar la distancia de seguridad.

En las Eucaristías dominicales, “allí donde sea necesario y posible” piden procurar “aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, a fin de descongestionar los templos” y piden a los fieles que utilicen la mascarilla.

Las pilas de agua bendita continuarán vacías y las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos y ofrecer “gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia”.

Se pide que algunas personas responsables colaboren en “la distribución los fieles en el templo, el acceso a la hora de comulgar y la salida de la iglesia al finalizar” para que en todo momento se respete “la distancia de seguridad”.

Desde la CEE recuerdan que es importante “evitar los coros en la parroquia” y “se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento”, no distribuir “hoja de cantos ni pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel”.

Sobre el cestillo de la colecta “no se pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados”.

“El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con la “palia” durante la plegaria eucarística”, precisan y el sacerdote celebrante “desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa, y los demás ministros de la comunión antes de distribuirla”.

Se sustituirá el saludo de paz por “un gesto evitando el contacto directo”.

“El diálogo individual de la comunión; “El Cuerpo de Cristo”. “Amén”; se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno”, distribuyéndose la Eucaristía en silencio”, apuntan.

Y en el caso de que el sacerdote fuera mayor se establecerían “ministros extraordinarios de la Eucaristía para distribuir la comunión”.

A la salida de la misa se pide establecer de modo ordenado la salida de la iglesia “evitando agrupaciones de personas en la puerta”. Además, se hace una llamada a la “continua desinfección del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc”.

Otros sacramentos
Sobre la celebración de otros sacramentos, como el de la reconciliación se pide aplicar las medidas generales y “escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad”.

“Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies”, precisan.

En la celebración del Bautismo se pide que se celebre el rito breve. La administración del agua bautismal se debe hacer “desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos” y en las unciones “se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración”.

En la confirmación, cuando se unge con el crisma “se puede utilizar un algodón o bastoncillo” y piden que se observe “la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos”.

Durante la celebración del matrimonio, “los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes”, y piden que se mantenga “la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente”.

En la unción de enfermos también se pide que se haga con el rito breve y que se utilice algodón en la administración de los óleos. “Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus”, precisan y en cualquier caso se deben observar “las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes”.

Otras visitas a la iglesia
Mientras que en las exequias de difuntos y funerales se seguirán los mismos criterios de la misa dominical y precisan que “aunque sea difícil en esos momentos de dolor” se insiste en “evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad”.

Para las visitas a la iglesia para la oración o adoración del Santísimo, se pide seguir la pautas generales evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración.

El uso de las dependencias parroquiales para reuniones o sesiones formativas se iniciará en la segunda fase y seguirán las pautas utilizadas para las reuniones culturales previstas por el ministerio de sanidad que consiste en un máximo de un tercio de aforo en lugares cuyo aforo habitual es de 50 personas, respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas.

En la tercera fase el aforo pasa a ser de la mitad en lugares de un aforo habitual de 50 personas y de un tercio en lugares de un aforo habitual de 80 personas en las mismas condiciones de distancia y utilización de mascarillas. +

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Merlo (Buenos Aires) (AICA): Las consecuencias derivadas de la emergencia sanitaria están afectando a toda la sociedad y su impacto inmediato se manifiesta con mayor fuerza en los barrios más vulnerables. En ese contexto, Cáritas Argentina reforzó su trabajo y adaptó sus servicios para dar mejor respuesta a la creciente demanda de alimentos y artículos esenciales. Las ollas populares, una opción.
Las consecuencias derivadas de la emergencia sanitaria por la pandemia están afectando a toda la sociedad y su impacto inmediato se manifiesta con mayor fuerza en los barrios más vulnerables.

En ese contexto, Cáritas Argentina reforzó su trabajo y adaptó sus servicios para dar mejor respuesta a la creciente demanda de alimentos y artículos esenciales.

Cáritas Merlo-Moreno, que venía llevando adelante un amplio servicio de promoción y ayuda inmediata en su comunidad del conurbano bonaerense antes de la pandemia, es una muestra testimonial del esfuerzo que los equipos de la organización caritativa de la Iglesia están desplegando en el país.

Cuando comenzó la emergencia, el equipo diocesano supo que sus servicios de comedores y merenderos no serían suficientes ante la nueva realidad y tampoco se vislumbraba mucho apoyo por parte de las autoridades locales.

Rosa María López, directora de Cáritas Merlo-Moreno, explicó que en ese momento –hace apenas unas semanas- no tenían ni bolsones para entregar.

“Entonces junto a los sacerdotes decidimos sumar los esfuerzos y comenzar a ofrecer ollas populares en algunos barrios. Lo poco que teníamos en Cáritas, en las parroquias, en las comunidades, lo pusimos en común y comenzamos organizando el servicio con nueve ollas”, detalló.

Llegan a 41 ollas populares
No obstante, las demandas en los barrios se incrementaron rápidamente con el correr de los días. “Comenzamos con estas 9 ollas -indicó López- con fondos que conseguimos nosotros de parte de nuestras Cáritas, de las parroquias y de las donaciones que los sacerdotes podían recibir”, indicó López.

“Así pudimos empezar, pero duró muy poco, porque la situación se fue complicando cada vez más y hoy en día tenemos 41 ollas populares. A través de ellas brindamos más de 14.000 viandas diarias, esto es, más de 280.000 por mes”, agregó.

López explicó que este enorme esfuerzo “se sostiene con los fondos que nos envía Cáritas Argentina, los fondos que podemos recaudar en nuestras cuentas (a través de Mercado Pago por los problemas de atención en los bancos), con aportes de fundaciones, fondos de parroquias y amigos solidarios. Es una tarea ardua, porque cuando conseguimos apoyo para 300 personas, vamos al lugar y encontramos 500. Cada día es más complejo”.

En algunos barrios, cercanos a asentamientos, hay mucha demanda y hay más de una olla para preparar y distribuir las viandas. Pero incluso en los barrios más céntricos se pueden encontrar muchas familias que salen a pedir por primera vez.

“En el centro de Merlo –ejemplificó- tenemos hoy cuatro ollas. Teníamos sólo una, para responder a la realidad de la gente en situación de calle, con capacidad para servir a 50/60 personas, pero hoy están entregando 300/350 porciones a familias que viven en la zona. Y nos entristece ver gente que nunca salió a pedir, que nunca pensó que iba a tener que hacerlo y que ahora viene a buscar su vianda. Para esas personas, además, estamos ofreciendo también un acompañamiento psicológico por video llamadas, porque es un momento muy difícil en sus vidas”.

La solidaridad vivida como Iglesia
Los psicólogos que colaboran con la tarea de Cáritas también acompañan a los voluntarios, porque tienen realmente mucho trabajo, mucha demanda, y porque algunas situaciones les genera una carga emocional muy alta. Sin embargo, el sentido solidario y trascendente que los anima supera toda dificultad y en la actualidad cada olla cuenta con un equipo de, al menos, 10 personas que se van rotando para poder seguir brindando el servicio. Son más de 400 voluntarios que están colaborando con mucho entusiasmo.

Junto al trabajo de laicos y consagrados, López mencionó especialmente la labor que realizan los sacerdotes en los barrios más pobres, es “admirable ver en el terreno cómo se pusieron a cargo de la emergencia y cómo la están peleando codo a codo con la gente”. Con un gran sentido pastoral, los sacerdotes están presentes en los barrios donde se los necesita, acompañan, hacen muchas de las compras, consiguen donaciones en fundaciones o descuentos en negocios y responden cada vez que se presenta alguna necesidad.

“Trabajamos con pleno espíritu de Iglesia –destacó-, en comunión todos juntos, laicos, consagrados religiosos, sacerdotes, con toda la voluntad y el compromiso puestos en una sola tarea, que es hoy llevar y garantizar el alimento en nuestros barrios. Es una experiencia muy profunda, que ennoblece a todos”.

Un llamado a colaborar
López afirmó que es necesario continuar este servicio: “Esto tenemos que sostenerlo como mínimo 2 meses más, que es lo que nos propusimos, pero la demanda sigue creciendo y estamos previendo abrir más ollas para responder a tantas necesidades”. Los voluntarios de Cáritas Merlo Moreno tienen la certeza que, con dedicación y perseverancia, van a superar ese objetivo. Tienen mucha voluntad de servicio y sólo necesitan un poco de apoyo económico.

Mediante un código QR se puede colaborar con el sostenimiento de estas ollas populares.

Más información www.caritas.org.ar.+

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Buenos Aires (AICA): La Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones, con el soporte del aula virtual del Instituto de Formación Política y Social de la Acción Católica Argentina, realizará el X curso virtual sobre “Ecumenismo” a partir del 5 de mayo. Está destinado a personas interesadas en actividades vinculadas a la promoción de la unidad de los cristianos.
La Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (Ceerjir), con el soporte del aula virtual del Instituto de Formación Política y Social (IFPS) de la Acción Católica Argentina (A.C.A.), realizará el X curso virtual sobre “Ecumenismo” a partir del 5 de mayo.

El curso fue diseñado según la modalidad de “Educación a distancia”, favoreciendo a quienes, por razones geográficas o de tiempo disponible, no pueden asistir a cursos presenciales.

Los participantes serán acompañados por un profesor/tutor responsable de orientar el estudio de los alumnos y, en caso de requerirlo, podrán solicitar asistencia para el manejo de las herramientas virtuales del curso.

La actividad proporciona una visión sistemática y general de las principales cuestiones involucradas; permite a los alumnos el acceso a las fuentes del Magisterio y bibliográficas indispensables para el ecumenismo; y ofrece los criterios y prácticas seguidos en la materia, buscando a su vez, favorecer el aumento de los lazos de comunión y cercanía entre quienes ya actúan en estos campos.

Está destinado a personas que estén interesadas en actividades vinculadas a la promoción de la unidad de los cristianos, en especial a los miembros de los grupos de ecumenismo, catequistas, misioneros, agentes de pastoral o a quienes que, sin pertenecer a tales grupos, realicen en la Iglesia o en su vida social actividades en las cuales requieran esta formación.

La inscripción se encuentra abierta hasta el 3 de mayo. El curso es arancelado y la certificación para quienes aprueben el mismo estará avalada por las autoridades de Ceerjir y de la A.C.A.

Para informes e inscripciones escribir a ifp@accioncatolica.org.ar.+

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Ciudad del Vaticano (AICA): La Justicia de la Santa Sede decidió archivar las investigaciones sobre la presunta sepultura dentro del Vaticano de Emanuela Orlandi, la joven italiana desaparecida desde 1983 cuando tenía 15 años, luego de varios intentos frustrados por encontrar sus restos. La medida ¨cierra uno de los capítulos de la triste historia, en la que las autoridades del Vaticano han ofrecido, desde el principio, la más amplia colaboración¨, señaló el Vaticano.
La Justicia de la Santa Sede decidió archivar las investigaciones sobre la presunta sepultura dentro del Vaticano de Emanuela Orlandi, la joven italiana desaparecida desde 1983 cuando tenía 15 años, luego de varios intentos frustrados por encontrar sus restos. La medida "cierra uno de los capítulos de la triste historia, en la que las autoridades del Vaticano han ofrecido, desde el principio, la más amplia colaboración", señaló el Vaticano.

Según señala la comunicación de la Oficina de Prensa de la Santa Sede el procedimiento relativo a la presunta sepultura en el Vaticano, en el Cementerio Teutónico, de los restos de Emanuela Orlandi, ha sido archivado por el Juez Único del Estado de la Ciudad del Vaticano, que aceptó plenamente la petición de la Oficina del Promotor de Justicia.

El expediente se abrió el verano pasado, después de la denuncia de los familiares de la joven desaparecida en 1983, tras la cual el Promotor de Justicia, Gian Piero Milano, y su adjunto, Alessandro Diddi, autorizaron el acceso a dos tumbas situadas en el interior del Cementerio Teutónico, que posteriormente resultaron estar vacías.

En ese contexto instructorio una investigación ulterior ordenada por los Magistrados llevó al descubrimiento, en una sala subterránea dentro del complejo del cementerio, de miles de fragmentos óseos de diversas épocas y orígenes.

Las pruebas efectuadas sobre estos hallazgos, llevadas a cabo por el Prof. Giovanni Arcudi, Perito de Oficio, en presencia de los asesores de la familia Orlandi, llegaron a la conclusión de que los fragmentos encontrados se remontan a una época anterior a la desaparición de la pobre Emanuela: los más recientes datan de hace al menos cien años.

De ahí la solicitud de archivo, que cierra uno de los capítulos de la triste historia, en la que las autoridades vaticanas han ofrecido, desde el principio, la más amplia colaboración.

Con este espíritu, el procedimiento de archivo deja a la familia Orlandi la posibilidad de proceder, en privado, a cualquier otra investigación sobre algunos fragmentos ya encontrados y conservados, en contenedores sellados, en la Gendarmería.

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Ciudad del Vaticano (AICA): “Recemos hoy por los muertos, los que murieron por la pandemia; y también de manera especial por los muertos -digamos- anónimos: hemos visto las fotografías de las fosas comunes. Son muchos…”, dijo el papa Francisco al inicio de la misa matutina celebrada hoy en la capilla de la Casa Santa Marta.
“Recemos hoy por los muertos, los que murieron por la pandemia; y también de manera especial por los muertos -digamos- anónimos: hemos visto las fotografías de las fosas comunes. Son muchos…”, dijo el papa Francisco al inicio de la misa matutina celebrada hoy en la capilla de la Casa Santa Marta.

Tras la lectura del pasaje del Evangelio de San Juan en el cual Jesús dice: “Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae”, el Pontífice afirmó que: “Jesús recuerda que los profetas habían anunciado esto. “es Dios que atrae el conocimiento del Hijo, sin esto, no se puede conocer a Jesús. Sin esto, no se puede conocer a Jesús”.

Durante su homilía, el Papa Francisco señaló que “sí, se puede estudiar, conocer la Biblia, conocer cómo nació, qué hizo, eso sí. Pero conocerlo por dentro, conocer el misterio de Cristo, solamente es para quienes que son atraídos por el Padre a esto”.

Luego continúo a relatar la narración de la primera lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles para comentar “esto es lo que ha sucedido a este ministro de economía de la reina de Etiopía. Se ve que era un hombre piadoso y que se tomó tiempo, en tantos de sus negocios, para ir a adorar a Dios. Un creyente, y regresaba en la patria leyendo al profeta Isaías. El Señor tomó a Felipe y le dio ese lugar, y después le dijo: ve a un lado, acércate a ese carro, y siente que está leyendo Isaías el ministro, y se acerca y le hace una pregunta: ¿entiendes? Pero, ¿cómo podré entender si nadie me guía?, y hace la pregunta de ¿quién hace esto? el profeta”.

En esta línea, el Santo Padre añadió que este señor subió al carruaje, “durante el viaje, no sé cuanto tiempo, yo pienso que al menos un par de horas, Felipe explicó, explicó a Jesús”.

“Aquella inquietud que tenía este señor en la lectura del profeta Isaías era precisamente del Padre que atraía hacia Jesús, que había preparado, lo había llevado desde Etiopía a Jerusalén para adorar a Dios, y después, con esta lectura, había preparado el corazón para revelar a Jesús. A tal punto que, apenas llegó, dijo: ¿puedo ser bautizado? Y él creyó”.

En este sentido, el pontífice remarcó que “esto que nadie puede conocer a Jesús sin que el Padre lo atraiga. Esto es válido para nuestro apostolado, para nuestra misión apostólica como cristianos. Pienso también a las misiones. No saber hacer las misiones, ir a convertir a la gente… tú no convertirás a nadie. Será Dios Padre a atraer aquellos corazones a Jesús. Hacer misión es dar testimonio de la propia fe, sin testimonio no harás nada”.

“Ir en misión, no significa hacer estructuras grandes, cosas, y detenerse allí. No, las estructuras deben ser testimonio tú puedes hacer una estructura sanitaria, educativa, de gran perfección, de gran desarrollo. Pero si una estructura es sin testimonio cristiano, tu trabajo allí no será un trabajo de testigo, un trabajo de verdadera predicación de Jesús, será una sociedad de benéfica, muy buena, pero nada más”, aseguró el Santo Padre.

Finalmente, el papa Francisco dijo: “Si yo quiero ir en misión, ir en apostolado, debo ir con la disponibilidad que el Padre atraiga a las personas a Jesús y eso lo hace el testimonio. Jesús mismo lo dice al apóstol Pedro cuando confiesa que Él es el Mesías. Tú eres feliz Simón Pedro porque esto te lo ha revelado el Padre”. +

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Mons. Taussig: El padrenuestro nos da "luz y sentido"

San Rafael (Mendoza) (AICA): El obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, compartió con los fieles una reflexión sobre el padrenuestro. Para hacerlo, recordó la historia de una joven rusa: Tatiana Goricheva.
En una nueva entrega de sus reflexiones, el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, se refirió a la importancia del padrenuestro, la fuerza que tiene y cómo puede cambiar la vida de una persona.

Para ello, recordó la historia de Tatiana Goricheva, una joven rusa de la década del ’60. “Había sido medalla, abanderada en la escuela primaria y en la escuela secundaria, estudió física en una universidad de Moscú y fue diploma distinguido, medalla de oro. Después hizo una carrera de investigadora y se convirtió en el modelo de la joven en ese país socialista que era puesto como ejemplo para toda la juventud rusa”.

“Fue muy famosa y así, siendo yo joven en esos años, también la conocí. Al fin de esa década entró en una crisis de sentido de su vida. Todo el esfuerzo que había hecho, todos los premios que había obtenido, todos los logros y todo el futuro que tenía como investigadora en física no le llenaban lo que buscaba su corazón. Quería encontrar la felicidad”.

“¿Qué hizo? En el primer momento miró a Occidente. Era la época de la revolución del Mayo del ’68. Se puso en contacto con la literatura europea de lo más decadente del Occidente y allí entonces experimentó el existencialismo, probó las drogas, el alcoholismo, permisivismo sexual, y su crisis se fue agudizando, se fue haciendo cada vez más vacío el sentido de su vida”.

“Entonces miró al Oriente, a las grandes tradiciones religiosas de Asia, al budismo y aprendió yoga y fue a una escuela de los maestros de yoga y ahí le enseñaban a repetir mantras, esas oraciones cortitas. Iba aprendiendo distintos ejercicios, hasta que en un momento le enseñan a decir: ‘Padre nuestro que estás en los cielos’ y lo tenía que repetir muchas veces. Ahí se le hizo una luz y se dio cuenta que ahí estaba lo que ella estaba buscando”.

“Y preguntó: ¿De dónde nació esto? ¿De Buda? ¿De Confucio? No, de Cristo. ¿Y quién es Cristo? El que siguen los cristianos. ¿Y quiénes son los cristianos? Y entonces le indicaron fuera de Moscú, un pueblito muy chiquito donde había una iglesia de los cristianos ortodoxos y ella fue allí, y había uno de esos padres orientales con su gran barba. Ella se acercó y estaba como en un confesionario y le dijo: Yo quiero ser cristiana, quiero conocer el padrenuestro. Este humilde sacerdote de campo le explicó el padrenuestro y ahí Tatiana Goricheva encontró el sentido de su vida”.

“Después leyó el Evangelio, después el catecismo, después se bautizó y llegó a ser una de las grandes líderes, que al final no la podían poner presa por la fama que tenía como modelo la juventud soviética, y la exiliaron a París. Allí vivió muchos años, hizo mucho bien y falleció hace unos años”.

“A ella le cambió la vida el padrenuestro, la oración de los cristianos. Encontró el sentido pleno de su vida. Si nosotros rezamos bien el padrenuestro, esa luz y ese sentido que nos da la felicidad plena, lo vamos a saborear y descubrir plenamente”, aseguró.+

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Buenos Aires (AICA): La Dirección de Compromiso Social y Extensión de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el proyecto “Oportunidades de aprendizaje para la primera infancia”, diseñado para niñas y niños menores de 6 años y sus familias que viven en situación de vulnerabilidad, y sostienen la cuarentena. Se trata de audios, rimas, canciones y cuentos, entre otros recursos.
La Dirección de Compromiso Social y Extensión de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el proyecto “Oportunidades de aprendizaje para la primera infancia”, diseñado para niñas y niños menores de 6 años y sus familias que viven en situación de vulnerabilidad, y sostienen el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.

“Para los más pequeños, las actuales restricciones para salir de sus hogares conllevan severas limitaciones al movimiento, el juego y el encuentro con pares, que puede derivar en malestar subjetivo y estrés”, se advierte en la presentación de la iniciativa.

Compromiso Social UCA comparte a través de su website materiales y actividades para ampliar el repertorio cultural de la primera infancia, audios y carteles con rimas, canciones y cuentos, entre otros recursos, especialmente seleccionados para este grupo.

En el link se encuentran disponibles los distintos recursos para compartir con las familias de la comunidad.

En la página web se irá cargando la información pero quienes quieran recibir los materiales serán contactados de manera personalizada en la medida en que se vayan sumando los contenidos. Para esto deberán escribir a estefania_buzzini@uca.edu.ar.

Más información en www.uca.edu.ar/compromisosocial.+

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Los obispos de Merlo-Moreno llamaron a vivir intensamente la Semana del Buen Pastor

Moreno (Buenos Aires) (AICA): En el marco del tiempo pascual, la Iglesia celebra la Semana del Buen Pastor. Por eso, los obispos de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti y monseñor Oscar Miñarro, invitaron a vivir con intensidad esta semana, dispuestos a escuchar la voz de Dios y descubrir a qué nos llama.
El obispos de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Carlos Maletti, y su obispo auxiliar, monseñor Oscar Eduardo Miñarro, enviaron un mensaje a la comunidad diocesana con motivo de la Semana del Buen Pastor.

“Quisiera que nos preparemos y la vivamos con intensidad, para que tengamos como obsesión escuchar la voz de Dios, saber qué quiere Dios y seguir sus caminos”, animó monseñor Maletti, “sobre todo los más jóvenes, que estén abiertos a descubrir cuál es la alegría, la felicidad a la que Dios nos llama”.

Monseñor Miñarro, por su parte, señaló que “este descubrir no es solamente un trabajo personal sino también de la oración de muchos, así que los invitamos a dar gracias por los que ya caminamos en una vocación que Dios nos ha regalado, y también los invitamos a rezar mucho por los que se preguntan, en este tiempo, qué los está invitando a vivir el Señor”.

“Que el Señor los bendiga, los proteja, los cuide, y les dé la gracia que más necesiten y a todos apertura del corazón para conocer qué quiere Dios”, pidieron los obispos, e invitaron a la comunidad a rezar durante esta semana por las vocaciones.

Las actividades de la semana del Buen Pastor tendrán la etiqueta #SeguimosAlBuenPastor, y serán compartidas en Facebook: Pastoral Vocacional Merlo-Moreno y en Instagram: @pvocmerlomoreno.+

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Luján (Buenos Aires) (AICA): En el marco del comienzo de la novena por el día de Nuestra Señora de Luján, la Iglesia invita a los argentinos a sumarse a la colecta para renovar la ayuda a los más necesitados, ante el incremento de la demanda de asistencia por las consecuencias sociales de la pandemia de Covid-19. Lo recaudado será destinado a Cáritas Nacional, para paliar la emergencia alimentaria, y al santuario de Luján.
En el marco del comienzo de la novena por el día de Nuestra Señora de Luján, la Iglesia invitó a los argentinos a sumarse a la colecta para renovar la ayuda a los más necesitados, ante el incremento de la demanda de asistencia por las consecuencias sociales de la pandemia de Covid-19.

La novena de oración y solidaridad fue convocada por la Conferencia Episcopal Argentina y por la basílica de Luján, en preparación a la celebración de la festividad de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, el próximo 8 de mayo.

Como cada año, al finalizar la misa del 8 de mayo se realizará el tradicional cambio de manto de la Virgen y la ofrenda de la colecta solidaria en beneficio de Cáritas Nacional y del sostenimiento del santuario. En este año particular, se solicitó a la comunidad redoblar los esfuerzos en la colaboración vía online, que será destinado a paliar la emergencia alimentaria.

“Durante la novena de preparación y en la misa del 8 de mayo, junto con Cáritas Argentina, haremos una colecta que será destinada a los hermanos que sufren las consecuencias de la pandemia”, explicó el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig.

Cáritas Argentina trabaja desde el comienzo de la emergencia brindando asistencia alimentaria y sanitaria, con el fin de proteger y contener a los sectores más expuestos de nuestra sociedad. Del mismo modo, el santuario asiste a más de treinta familias en necesidad de la zona de Luján.

Quienes deseen colaborar, pueden sumarse a la novena de solidaridad con tarjeta de crédito, débito o CBU en www.caritas.org.ar/colectalujan, también disponible a través de Mercado Pago en https://www.santuariodelujan.com.ar/donaciones/, o transfiriendo a la cuenta bancaria del Santuario de Luján:

Titular: Arzobispado de Mercedes-Lujan
CUIT: 30-55754105-1
Caja de Ahorro N°: 475900000204610
CBU N°: 2850759 240000002046107
Banco: Macro

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