Mons. Colombo: “¡Qué bueno es celebrar la misa aun en estas circunstancias!”

Mons. Colombo: “¡Qué bueno es celebrar la misa aun en estas circunstancias!”

Mendoza (AICA): “¡Qué bueno es celebrar la misa aun en estas circunstancias tan difíciles de asistir a la distancia, a través de un medio de comunicación! Porque en ese instante en que el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración, como la Última Cena, como con los discípulos de Emaús, Jesús se nos presenta y nos parte el pan”, destacó el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa del III Domingo de Pascua desde el monasterio carmelita de Drummond, en el Departamento de Luján de Cuyo, donde invitó a una oración sentida por “nuestro país, por nuestra gente. Especialmente por los más pobres, los que atraviesan dificultades de naturaleza laboral, pero sobre todo los que están afectados por el tremendo mal del coronavirus”.

“En esta misa pongamos en la intención no sólo los enfermos y sus familias sino a sus médicos, enfermeros, a todo el personal sanitario. También a los farmacéuticos y a las personas que sirven a estos hermanos en esta situación tan delicada”, pidió en el inicio de la celebración eucarística sin fieles y transmitida por medios electrónicos.

En la homilía, el prelado mendocino exclamó: “Qué hermoso sentir que también nuestro corazón lo reconoce en cada misa” y recordó que “como los peregrinos de Emaús, sólo crecemos cuando dejamos atrás nuestro pesimismo, nuestra forma nostálgica y amarga de mirar la vida, y nos animamos a buscar a Dios que está siempre delante nuestro para guiarnos, para orientarnos”.

“¡Qué bueno es celebrar la misa aun en estas circunstancias tan difíciles de asistir a la distancia, a través de un medio de comunicación! Porque en ese instante en que el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración, como la Última Cena, como con los discípulos de Emaús, Jesús se nos presenta y nos parte el pan”, destacó.

“Que Él sea siempre nuestro huésped y nuestro anfitrión, nuestro amigo en los caminos de la vida para explicarnos lo que no entendemos, para ayudarnos a ver con los ojos de la fe, para poder caminar en torno a su proyecto, un proyecto de amor que es para todos”, sostuvo.

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