Buenos Aires (AICA): El presbítero Gustavo Irrazábal habló ayer sobre tradición republicana y doctrina social de la Iglesia en un seminario organizado por el Instituto Acton Argentina en la Universidad Austral, Cerrito 1250, Buenos Aires. El seminario versó sobre el tema de su libro “Iglesia y democracia en el magisterio universal, latinoamericano y argentino”, que acaba de aparecer, publicado por el Instituto Acton Argentina para el Estudio de la Religión, la Libertad y la Economía.
El seminario versó sobre el tema de su libro “Iglesia y democracia en el magisterio universal, latinoamericano y argentino”, que acaba de aparecer, publicado por el Instituto Acton Argentina para el Estudio de la Religión, la Libertad y la Economía, en la editorial Ediciones Cooperativas.
El P. Irrazábal, profesor de Teología Moral en la Universidad Católica Argentina, distinguió entre el ámbito político, cuyo fin es el bien común temporal, y el ámbito de la fe, cuyo fin es sobrenatural, esferas autónomas aunque actúan en paralelo, en relación y colaboración. Y aunque no siempre es clara la delimitación, dijo que en el cristianismo nunca se han identificado totalmente ambos ámbitos más allá de que hubiera cierta puja por predominar (aunque emperadores se metieran en asuntos religiosos nunca pretendieron ser papas y tampoco los papas ser emperadores).
Se refirió a cómo se fundamenta la unidad de la sociedad, si sólo adquiere sentido en la unidad de la verdad de la fe, o si se da en otras categorías, admitiendo el pluralismo. Recorrió enseñanzas de los papas Pio IX, León XIII, Pio XII y su mensaje sobre la democracia, en relación con las distintas circunstancias históricas y los distintos problemas que debían afrontar: los embates del liberalismo laicista en algún caso, del comunismo en otro.
Analizó también los distintos enfoques que se han hecho desde perspectivas católicas sobre la Constitución Nacional de 1853. Y al enfocar el documento Iglesia y Comunidad Nacional, emitido por la Conferencia Episcopal Argentina en 1981, durante el régimen militar y antes de la guerra de las Malvinas, y que destacó la democracia como aspiración del pueblo argentino, observó una especie de sutura, en párrafos contiguos, de dos pensamientos: uno que resaltaba la identidad del ser nacional y otro que subrayaba el pluralismo.
Destacó la inquietud por la verdad ante el relativismo y señaló que el Concilio Vaticano II hizo hincapié en la persona, que tiene el derecho (así como el deber) de buscar libremente la verdad sin que el Estado invada el ámbito de autonomía de su conciencia.
Tras discurrir sobre la llamada “teología del pueblo”, desarrollada en nuestro país, su relación con el concepto Pueblo de Dios del documento conciliar Gaudium et Spes, con el que no se identifica pero del cual muestra cierta reminiscencia, y comentar la relación que algunos hicieron del pueblo con el peronismo, estimó que la Iglesia, en un contexto pluralista de la sociedad, debe colaborar con el poder político al iluminar las conciencias de los ciudadanos, ciudadanos formados y no manipulados, y que debe evitar cualquier pérdida de libertad o limitación para exponer la verdad y decir lo que tenga que decir, sin ataduras.
Asistieron casi 40 personas, que luego hicieron preguntas y observaciones. Coordinó Cecilia Vázquez Ger. Entre otros asistentes estaban el presbítero Rafael Braun, Roberto Bosca y Ricardo Murtagh.
El Instituto Acton tiene estos sitios www.institutoacton.org; www.institutoactonargentina.wordpress.com (Jorge Rouillon)
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