San Salvador de Jujuy (AICA): Por iniciativa del obispado de Jujuy y de la Secretaría de Cultura y Turismo de la capital provincial, los jujeños conmemoran un nuevo aniversario del martirio del presbítero Pedro Ortiz de Zárate, asesinado en 1683. El presbítero evangelizó los territorios del Norte Argentino hasta que encontró la muerte junto con el sacerdote jesuita Juan Antonio Solinas y 18 compañeros laicos mientras realizaban su labor misionera entre tobas, mocovíes y mataguayos.
Desde hoy, miércoles 22, y hasta el viernes 24 de octubre, los vecinos y fieles podrán acercarse a conocer más sobre la historia de los Mártires del Zenta, que tienen abierto un proceso de canonización a cargo del obispado de Orán.
Los homenajes comenzaron por la mañana en el Museo Catedral, ubicado en Sarmiento esquina Belgrano, con la donación de dos reproducciones de cuadros del siervo de Dios. Uno de los cuadros, que fueron donados por el Cedodal y la fundación Bunge y Born, irá al seminario diocesano, que lleva el nombre de Don Pedro Ortiz de Zárate.
Por la tarde, las actividades continuarán en el Centro Cultural Héctor Tizón, con la presentación del libro Pedro Ortiz de Zárate: Recuperando un imaginario jujeño, cuyos autores son Graciela Viñuales, Martín Gutiérrez Viñuales y Ramón Gutiérrez.
El viernes 24 de octubre, a las 17, comenzará un ciclo de conferencias sobre la arquitectura del santuario de Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya, la figura de don Pedro Ortiz de Zárate y las peregrinaciones que se realizan en el mes de octubre al templo diocesano.
El siervo de Dios
Don Pedro Ortiz de Zárate fue tres veces alcalde de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Habiendo enviudado, dejó a un lado su destacada vida civil y comenzó a formarse como sacerdote, dedicándose durante 24 años a la actividad evangelizadora.
El presbítero recorrió el territorio de las provincias de Jujuy y de Salta, hasta que encontró la muerte junto con el sacerdote jesuita Juan Antonio Solinas y 18 compañeros laicos, mientras realizaban su labor misionera entre tobas, mocovíes y mataguayos.
El legado del siervo de Dios está fuertemente vinculado a la devoción mariana por Nuestra Señora del Rosario, a la que construyó la actual capilla del santuario de Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya.+
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