Santa Fe (AICA): El arzobispado de Santa Fe de la Vera Cruz, a través de su vicario general, el canónigo Javier Enrique González, y otros referentes diocesanos, reiteró su preocupación por los hechos de violencia que suceden en la ciudad capital y convocó a los hombres y mujeres de buena voluntad a trabajar por el bien común y reclamar las políticas necesarias para detener el aumento de los delitos. En todas las misas del fin de semana, se rezará por la paz social.
El comunicado firmado por el canónigo González, a cargo de la arquidiócesis por la ausencia del arzobispo José María Arancedo, se dio a conocer luego que la municipalidad de Santa Fe suspendiera la venta de armas por 90 días a raíz de una sucesión de crímenes cometidos en la región. En lo que va del año, hubo 117 asesinatos a mano armada en la capital provincial.
“Las tristes noticias de las muertes de los últimos días, provocadas por hechos de inseguridad, y el número récord de asesinatos en lo que va del año, golpean y alarman a toda nuestra comunidad santafesina”, expresaron los sacerdotes.
“No podemos acostumbrarnos a convivir con el delito, la inseguridad y la muerte”, aseguraron, recordando palabras de monseñor Arancedo de marzo de este año. En aquella ocasión, el arzobispo manifestó la necesidad de atacar el delito mediante la atención de la marginalidad, el avance de la droga y la ausencia de valores que dan sentido a la vida.
“Esta crítica realidad que vivimos nos debe convocar a todos los santafesinos, más allá de nuestras pertenencias y funciones, a asumir actitudes y conductas que nos ayuden a crear las condiciones de una sociedad donde los valores de la vida y la paz, del trabajo y la justicia, de la honestidad y la ejemplaridad, sean la fuente de una sociedad más humana, justa y solidaria. Es importante, para ello, valorar el rol de la familia y de la escuela como lugares privilegiados de trasmisión de cultura y estilos de vida, de proyectos y de amistad social, como también vivir bajo el imperio de la ley en el marco de la Constitución”, indicaron.
“Hoy, mientras monseñor Arancedo se encuentra ausente por participar del Sínodo de la familia en el Vaticano, como Iglesia santafesina, queremos acompañar en el dolor a las familias que sufren por la muerte de un ser querido. Pedimos que todos nos unamos en una oración confiada al Dios de la Vida y de la Paz, para que conceda el eterno descanso a los difuntos, consuelo a los familiares y amigos, a todos un decidido compromiso por la paz”, agregó el comunicado.
El arzobispado santafesino dispuso que durante las misas de este fin de semana, en el que se celebra el Día de la Madre, también se rece por las víctimas de la violencia y del delito. Se sugirió rezar, al final de la misa, la oración por la paz, de san Francisco de Asís.
“Estas muertes nos hacen reflexionar nuevamente sobre la misión de la familia, la escuela y la verdadera inclusión social. Todos somos responsables de un necesario cambio social, moral y cultural, más allá de las políticas de seguridad que se implementen. Reiteramos la necesidad de promover una verdadera cultura del diálogo y del encuentro”, añade la misiva.
“Creemos oportuno que volvamos a leer lo dicho por nuestro arzobispo el 2 de marzo pasado: «Ante la grave situación de inseguridad y muerte, es posible una Santa Fe distinta»”, concluye el mensaje.
El comunicado difundido por la arquidiócesis lleva también la firma del canónigo Dante Debiaggi, delegado episcopal para la Pastoral Social; el presbítero licenciado Olidio José Panigo, delegado episcopal para la Familia, y el presbítero José Luis Ayala, delegado episcopal para la Educación.+
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