Mons. Araya: "Hoy la pastoral tiene que curar heridas"
Con cantos y animación, se dio la bienvenida a los integrantes de cada parroquia, para luego compartir la oración inicial, a cargo del vicario general, presbítero Pedro López.
Luego se reprodujo un video que repasaba los resultados obtenidos en la última Asamblea Diocesana del 14 de abril de 2018, realizada en Villa Cura Brochero.
A raíz de lo trabajado en la asamblea, un integrante de cada parroquia expuso cómo fue la llegada del nuevo material a las comunidades en los últimos meses. Cómo se trabajó, qué pasos siguieron, una evaluación detallada sintetizando las actividades propuestas.
Luego de la exposición de las parroquias, el obispo diocesano, monseñor Ricardo Araya, iluminó el encuentro con una reflexión sobre los consejos parroquiales de pastoral.
El prelado afirmó que la iglesia es un pueblo en que se camina juntos. Además, explicó el término pastoral, destacando que tiene sus raíces en Jesucristo Buen Pastor. Llevar a la historia, a la vida y al mundo la presencia, las acciones y la palabra de Jesucristo, que es el centro y el Pastor.
Asimismo, aclaró que “los responsables de llevar a cabo la pastoral somos todos”, con un lugar y una fecha bien marcados: hoy. “Hoy es el momento de prolongar y llevar la presencia de Jesucristo”, señaló, poniendo énfasis en los heridos y alejados.
“No sé cómo habrá sido en el año 1900 o cómo será en el año 3050 pero hoy la pastoral tiene que curar heridas. La Iglesia es como un hospital de campaña. Donde no nos detenemos a hacer análisis de sangre para ver el valor del colesterol porque lo que tenemos ¡son heridas grandes! Es llegar, atender y socorrer al herido, después vendrán los análisis del colesterol, de la glucemia, etc… Ahora es acercarse a los heridos y los heridos son muchos, dice el Papa. A causa del mundo en que vivimos y a causa también de nosotros los cristianos, de la Iglesia y de los curas. La gente está herida. Entonces la pastoral de hoy tiene que tender a curar heridas”.
Respecto a los alejados, reflexionó: “Hoy la pastoral se la juega en la cercanía a los alejados, los que están en las periferias existenciales. Al hacer un consejo diocesano de pastoral parroquial es para pensar, para discernir juntos qué hacemos con los heridos y los alejados ¡para eso nos juntamos! Reflexionar, estudiar, dialogar y descubrir cómo podemos llevar el Evangelio, la alegría a los heridos y alejados que nos toca pastorear en la comunidad donde estemos”.
La reunión del sábado se definió como una síntesis sobre los desafíos y las líneas maestras por donde tienen que caminar las parroquias para formar un consejo de pastoral parroquial. Pero además se recalcó que se trabaja en conjunto con el párroco, donde el párroco consulta y escucha y el pueblo explica e informa.
Utilizando estas palabras, monseñor Araya consideró que “el consejo pastoral debe tener orejas de elefante y ojos de águila para captar al necesitado” Para explicar mejor el ejemplo, recurrió al Santo Cura Brochero: “Brochero eso lo supo hacer bien. Es sumamente actual para nosotros. Los necesitados no venían a él, sino que él sabía dónde estaban los necesitados y qué puerta había que golpear”, recordó el obispo.
Al finalizar la iluminación de monseñor Araya, se mostró un nuevo video que explica cómo se debe formar un consejo de pastoral y la opinión del papa Francisco sobre estos organismos parroquiales.
Luego de un descanso, cada grupo se reunió con su párroco y realizaron una guía de actividades señalando las fortalezas, características y estilos de trabajo que tiene cada comunidad.
La jornada finalizó con una misa en la parroquia Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, ocasión para dar gracias por la pronta beatificación del mártir fray Carlos de Dios Murias, que vivió en San Carlos Minas. La Eucaristía fue presidida por el obispo y concelebraron sacerdotes, diáconos, religiosas y los representantes de las parroquias.+
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