Mons. Martínez: “El tema de la familia es fundamental en la acción evangelizadora”
“Debemos recuperar el rol central que tiene la familia como generadora de valores como la vida, la solidaridad y la justicia”, estimó, y reflexionó: “Es asombroso y merece que dediquemos tiempo a investigar y buscar las causas del por qué este tema, que es clave para la proyección de la misma humanidad, no cuente con el suficiente apoyo político, económico y comunicacional”.
El prelado lamentó que "desde financiamientos y pautas internacionales y nacionales, se busque muchas veces desarticular el núcleo de la familia y el matrimonio, hasta en los mismos contenidos y propuestas educativas” y sostuvo: “Lo habitual viene siendo desvirtuar en su esencia el valor del matrimonio y la familia”.
“Lamentablemente en estos días asistimos a presiones graves de ciertos sectores minoritarios que, con mucho poder económico y el favor de muchos medios de comunicación, buscan instalar una falsa concepción del matrimonio, negando aquello que es esencial al mismo. El ser un varón y una mujer, que son quienes tienen la capacidad potencial de la procreación como fruto de su amor”, advirtió.
“Si el matrimonio se reduce solo a una sociedad jurídica y no se considera como una nota esencial del mismo la capacidad potencial de la procreación, no se ve por qué dicha sociedad jurídica tenga que estar formada solo por dos personas. Desde aquí caemos en un profundo relativismo con consecuencias imprevisibles para la familia, afectando gravemente a aquello que el sentido común y natural de nuestra gente entiende más allá de las dificultades propias de la vida”, agregó.
Monseñor Martínez aseguró que “al plantearnos cómo evangelizar y acompañar la pastoral familiar, nos encontramos que son muchas las situaciones que aquejan a nuestras familias. La gravedad de los problemas económicos y la falta de seguridad laboral o el machismo que lleva a no asumir la paternidad responsablemente”.
“Algunos medios de comunicación –criticó- ridiculizan el valor de la familia, tachándola como algo tradicional y del pasado y considerando la maternidad como un problema y no como un don de Dios. Estos y otros son los desafíos de la acción evangelizadora de los próximos años”.+
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