Mons. Martínez: “La santidad no pesa, sino que alegra y llena el corazón”
Posadas (Misiones) (AICA): En el marco de una misa por las fiestas patronales en el Seminario Diocesano Santo Cura de Ars, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, aseguró que “la santidad, cuando intentamos vivirla, no nos pesa, sino que nos alegra y nos llena el corazón”. El prelado agradeció a quienes colaboran y acompañan la vida de esta casa de formación sacerdotal, a la que consideró “el corazón de la diócesis” y destacó la presencia en la celebración eucarística de una imagen peregrina de la Virgen de Luján que fue bendecida y enviada en misión por el papa Francisco.
La Eucaristía fue presidida por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por varios sacerdotes, entre otros el rector del Seminario, presbítero Julio Centurión y los formadores que acompañan directamente la vida de los seminaristas, presbíteros Juan Bielski y José Luis Fernández.
En la homilía, el prelado agradeció a quienes colaboran y acompañan la vida del Seminario, al que consideró “el corazón de la diócesis”.
Asimismo, destacó la presencia en la celebración eucarística de la imagen de la Virgen María, bajo la advocación de nuestra Señora de Luján, “patrona de nuestra patria que bendecida y enviada en misión por el papa Francisco, va recorriendo las distintas diócesis de nuestro país.
Monseñor Martínez también se refirió a la vida sencilla del Santo Cura de Ars y recordó que “incluso algunos ateos” querían conocer. “Algunos de ellos, iban curiosos y se convertían a Dios, porque decían: ‘hemos visto a Dios en este hombre’. Qué lindo esto, estaba significando que el cura de Ars se iba identificando con Jesús… porque su vida era muy intensa en el amor y la gente veía eso…”, agregó.
“Ojalá que nosotros, aunque sea un poquito, podamos irradiar el amor de Dios, para que lo vean como ese hombre que dijo ‘he visto el amor de Dios en este hombre’. Ojalá que podamos ser testigos de ese amor. Nuestro mundo está necesitando de cosas más profundas”, sostuvo.
Por último, monseñor Martínez manifestó que “la santidad, cuando intentamos vivirla, no nos pesa, sino que nos alegra y nos llena el corazón”.+
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