El obispo castrense animó al diálogo y al encuentro de los argentinos
El prelado recordó que en el país a la Virgen de Loreto se la declaró oficialmente patrona en 1943 por decreto del Poder Ejecutivo Nacional y señaló que también se cumplen 56 años que la imagen venerada en Santiago del Estero, una de las más antigua del país, a la que se dio la jerarquía de “Brigadiera”.
En la homilía, el obispo castrense relacionó el pasaje bíblico de Adán y Eva con la situación en el país, donde muchas veces se culpa al otro de los problemas cotidianos.
“El drama en nuestras relaciones y que tanto nos cuesta a los argentinos, es que mayormente la culpa la tiene el otro, el primer paso lo tiene que dar el otro, y así proyectamos en el otro muchos de nuestros males”, sostuvo.
“Si nos diéramos cuenta de ello, quizá sería más fácil y posible, sentarnos en una misma mesa y ver nuestra reciente historia, con verdad y por tanto con objetividad, sabiendo ver y reconocer el mal de cada uno, y poder así avanzar hacia el encuentro de todos los que compartimos este suelo y esta querida tierra”, estimó.
Monseñor Olivera afirmó que la mejor manera de honrar a la Madre es “imitarla para Gloria de Dios” y agregó: “Nosotros que somos servidores de nuestro pueblo y de nuestra Patria, debemos recordar que en primer lugar somos servidores del Señor”.
“En este tiempo que nos preparamos para darle acogida en nuestro corazón al Dios que viene, al Emanuel, quiera Dios que nos encuentre prontos y dispuestos a cumplir la Palabra. Palabra que debemos conocer, ahondar y amar”, insistió.
“A nuestra Madre, Nuestra Señora de Loreto, le ponemos bajo su mirada tierna y su manto, el camino recorrido en este año que va terminando. Ponemos bajo su amparo, la vida de todos los miembros de la Fuerza Aérea Argentina y sus familias”, concluyó.+
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