Planteos erróneos de la espiritualidad impiden comprender la esencia de la tarea evangelizadora
Posadas (Misiones) (AICA): El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, indicó que un desafío de la acción evangelizadora de la Iglesia es atender las causas que provocan las rupturas entre fe y vida, fe y ciencia, y entre fe y cultura, y atribuyó estas falencias en este sentido a “planteos erróneos de espiritualidad”. El prelado insistió en la necesidad de que la fe esté “encarnada” en la vida y consideró “fundamental” comprender que el desafío de evangelizar la cultura implicará que “todos los bautizados pongan en práctica la voluntad de Dios en la familia, la política, la escuela y en la chacra”. “Algunos por ignorancia o por razones ideológicas han creído que la fe y la religiosidad deben quedar encerradas en los templos”, advirtió.
“En efecto, no son pocos los cristianos que encierran la dimensión religiosa en la sola práctica de actos de piedad y en la vida diaria se sienten liberados a obrar de cualquier manera, sin ningún criterio ético. Desde ya que esto es una visión errónea e incluso ritualista y pagana de la religiosidad”, advirtió, al sostener que “los cristianos debemos saber que la espiritualidad necesita de la piedad, de la oración personal, comunitaria y de la vida sacramental”.
“Todo esto debe llevarnos a captar cual es la voluntad de Dios y ponerla en práctica en nuestro obrar cotidiano, en nuestras opciones personales, criterios y estilo de vida”, sostuvo.
El prelado insistió en la necesidad de que la fe esté “encarnada” en la vida y consideró “fundamental” comprender que el desafío de evangelizar la cultura implicará que “todos los bautizados pongan en práctica la voluntad de Dios en la familia, la política, la escuela y en la chacra”.
Tras lamentar que “algunos por ignorancia o por razones ideológicas han creído que la fe y la religiosidad deben quedar encerradas en los templos”, reconoció que “es cierto que una sana concepción cristiana de la espiritualidad valoriza al templo, en donde alimentamos nuestra fe, pero esa fe debe salir y estar en todos los ambientes y sectores donde los hombres y mujeres vivimos”.
“Es importante que podamos evaluar y cuestionarnos sobre cómo vivimos nuestra vocación cristiana. Los textos bíblicos de este domingo nos ayudan para realizar esta reflexión porque son claros y exigentes. Será muy difícil escuchar el mensaje del Señor y ponerlo en práctica si no tenemos un corazón pobre y necesitado”, concluyó.+
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