La celebración eucarística tuvo lugar en la basílica Nuestra Señora de Guadalupe y fue concelebrada por todo el presbiterio santafesino.
En su homilía, monseñor Fenoy manifestó que “el sacerdocio es un don de Dios y debe ser cumplido con la mayor fidelidad a Nuestro Señor Jesucristo y a su Iglesia”. También aseguró que “el sacerdote debe estar despojado de todo para sentirse libre y poder dedicarse exclusivamente a su pueblo, a su rebaño, tal cual lo hizo Jesús en su tiempo”. En suma: “El sacerdote debe perder la vida en su trabajo pastoral”.
Los neopresbíteros ejercerán su ministerio en los siguientes lugares: Andrés Rodríguez, en la parroquia San Jerónimo, de la localidad de Coronda; Federico Correa, en la basílica Nuestra Señora de Guadalupe, en la ciudad sede; César Zingerling, en la basílica de la Natividad de la Santísima Virgen, de la ciudad de Esperanza; y Nicolás Novero, en la parroquia San Carlos Borromeo de la localidad de San Carlos.+
Publicar un comentario