Los abogados del purpurado disponen ahora de 28 días para presentar la última apelación posible.
El cardenal George Pell, ex secretario vaticano de Economía, fue acusado de haber abusado de dos menores en la catedral de Melbourne, luego de una misa dominical solemne, en 1990. La acusación se basa en el testimonio de una de las víctimas, que no puede ser nombrada y que habló a puertas cerradas. La otra víctima murió de una sobredosis y antes de morir se retractó de sus acusaciones. (ver noticia)
Los letrados del purpurado presentaron una apelación, mostrando varias incongruencias en el testimonio, por las cuales lo consideran “irracional”. Según los dos jueces que votaron contra la apelación, Anne Ferguson y Chris Maxwell, el testimonio de la acusación es “muy convincente”, y no una “mentira”.
Esta mañana el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó un comunicado reafirmando su respeto por las autoridades judiciales australianas, como se declaró el 26 de febrero con ocasión de la sentencia en primera instancia.
La Santa Sede –informa Matteo Bruni– toma nota de la decisión de rechazar la apelación del cardenal George Pell. A la espera de conocer la evolución del proceso judicial, recuerda que el cardenal siempre ratificó su inocencia. Y que tiene derecho a apelar ante el Tribunal Supremo.
En esta ocasión, junto con la Iglesia de Australia, la Santa Sede confirma su cercanía a las víctimas de abusos sexuales y su compromiso, a través de las autoridades eclesiásticas competentes, de perseguir a los miembros del clero responsables de los mismos.
En tanto, el premier australiano Scott Morrison declaró que es probable que el cardenal Pell sea privado del título honorífico de la Orden de Australia. +
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