La Comisión de Memoria del obispo fundador de la diócesis animará una celebración bajo el lema “Padre Obispo Jorge Novak, vida consagrada a la misión”.
La celebración en memoria del primer obispo de Quilmes tendrá como eje el Año de la vida Consagrada. Desde la diócesis recordaron que monseñor Novak fue miembro de la Congregación del Verbo Divino, donde profesó los votos religiosos y en la cual ejerció diversos servicios.
Monseñor Novak también asumió, en 1972, la presidencia de la Conferencia Argentina de Religiosos, que ejerció hasta su consagración como obispo. En la Conferencia Episcopal Argentina fue miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada entre 1988 y 1993.
En la entonces recién creada diócesis de Quilmes, el obispo dio lugar a numerosas congregaciones religiosas, como así también nuevas formas de vida consagrada. “Tuvo una especial sensibilidad y cercanía con la vida consagrada en su diócesis y en la animación de diversos servicios pastorales de comunión y participación”, recordaron en el obispado.
Carta del obispo
Monseñor Tissera dirigió una carta a la feligresía para convocarla a la misa en recuerdo de monseñor Novak. En su misiva, destacó que la diócesis “nació bajo la guía pastoral de un hombre que desde niño quiso consagrarse a Dios para ser un misionero en la Congregación del Verbo Divino”.
“Su vida fue una misión. El alma de su apostolado fue el mismo Espíritu Santo; por ello eligió como lema episcopal al inicio de su ministerio pastoral en Quilmes «Ven Espíritu Santo». Pablo VI, quien lo nombró obispo, meses antes había publicado la encíclica Evangelii nuntiandi, sobre la evangelización. Novak era un enamorado de ese documento que marcó a fuego su ministerio”, recordó el actual obispo diocesano.
“Nuestro primer obispo fue un hombre convencido de que la Iglesia está compuesta por hombres y mujeres que tienen distintos dones y carismas. Él provenía de una de esas familias religiosas que tuvo como nota particular la vocación misionera ad gentes, la evangelización de todas las culturas”, comentó el prelado.
Según monseñor Tissera, su predecesor “supo imprimir en esta Iglesia particular esa pasión por la misión, y la contagió no sólo con sus claras enseñanzas, sino con su propia vida, y con un corazón paterno que acogió a muchas congregaciones religiosas para el servicio del pueblo de Dios”.
Durante la misa convocada habrá un momento de reflexión y de oración por las religiosas y los religiosos.+
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