Durante la misa, el padre Chiarrella dio gracias a Dios por su vocación y agradeció a sus padres por el don de la vida. También recordó a monseñor Antonio María Aguirre, primer obispo de San Isidro, quien lo ordenó sacerdote.
El sacerdote, de 78 años, también dedicó palabras de agradecimiento a la comunidad parroquial. Dijo “yo soy lo que ustedes me hicieron ser”, y luego expresó: “Le pido a Dios en este día, seguir siendo misericordioso”.
Al finalizar la celebración, representantes del Movimiento de Encuentro Matrimonial, como así también miembros de la parroquia y monseñor Casaretto, destacaron, cada uno a su turno, la entrega del padre César y el lugar que le dio a los laicos en sus 50 años de sacerdote.
Monseñor Casaretto agradeció también la perseverancia del padre César, e invitó a rezar para que sea fiel hasta el final de su vida.
Monseñor Ojea, quien se encuentra visitando en Cuba la diócesis de Holguín, hizo llegar una carta con felicitaciones y un agradecimiento por la vida del padre César y su testimonio. Asimismo manifestó en su mensaje que se uniría, a la distancia, a la acción de gracias del sacerdote.+
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