El obispo de Roma habla en primer lugar de los peregrinos que en cada diócesis o en Roma vivirán esta gracia del Jubileo, y explica que deberán hacer una “breve peregrinación” hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma como signo del deseo profundo de auténtica conversión.
Francisco recuerda en su misiva que es importante que este momento esté unido al sacramento de la reconciliación y a la celebración de la misa con una reflexión sobre la misericordia.
En su carta a monseñor Fisichella, Francisco nombra a quienes por diversos motivos no pueden llegar a la Puerta Santa, como los enfermos, los ancianos o los fieles que están solos, y asegura que también a través de los diversos medios de comunicación podrán obtener la indulgencia jubilar.
El Papa dedica palabras a los presos y les recuerda que “la misericordia del Padre quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón”. En este sentido, sostiene que podrán ganar indulgencias en las capillas de las cárceles. En la carta también se lee: “Que cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, sea para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”.
El Vicario de Cristo explica, según Radio Vaticana, que la indulgencia también se puede ganar para los difuntos. “A ellos estamos unidos por el testimonio de fe y caridad que nos dejaron”, observa el pontífice.
El Papa invita a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie, y en este sentido escribe “que la indulgencia jubilar plena es fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad”.
Absolución del pecado del aborto
Para aquellas personas que se arrepienten de haber cometido, consentido o promovido un aborto, Francisco les recuerda que “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al sacramento de la confesión para obtener la reconciliación con el Padre”. Por este motivo, decidió conceder “a todos los sacerdotes para el año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”.
Finalmente, el Papa considera también a los fieles que frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X: “Este Año jubilar de la Misericordia no excluye a nadie. Desde diversos lugares, algunos hermanos obispos me han hablado de su buena fe y práctica sacramental, unida, sin embargo, a la dificultad de vivir una condición pastoralmente difícil".
"Confío -dice la misiva- que en el futuro próximo se puedan encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y los superiores de la Fraternidad. Movido por la exigencia de corresponder al bien de estos fieles, por una disposición mía establezco que quienes durante el Año Santo de la Misericordia se acerquen a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X para celebrar el sacramento de la reconciliación, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados".+
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