La Animación Argentina de los Grupos de oración del Padre Pío, que incansablemente trabajan en oración, obras de caridad y formación cristiana siguiendo las enseñanzas del santo capuchino, anunció la visita de la reliquia, que por segunda vez llega al continente.
La llegada de la reliquia se enmarca en el 50º aniversario de la muerte del santo, y en el centenario de la aparición de los estigmas de la Pasión de Jesucristo en su cuerpo.
Durante su paso por la Argentina, estará expuesto en la catedral metropolitana de Buenos Aires, donde habrá celebraciones especiales.
La reliquia del corazón del Santo, una parte del miocardio venerado por separado desde la visita papal de Benedicto XVI a San Giovanni Rotondo, tiene un significado especial porque recuerda el fenómeno místico de transverberación, experimentado por San Pío en 1918.
El religioso sintió que su corazón fue traspasado por un dardo encendido que dejó una "herida de amor", que fue el preludio de los estigmas.
"Estaba yo confesando a nuestros muchachos en la tarde del día cinco, cuando, de repente, me sentí dominado por un extremo terror a la vista de un personaje celeste que se me presentaba ante la vista de la inteligencia", relató el Santo en su epistolario. "Tenía en su mano una especie de arnés, instrumento semejante a una larga lámina de hierro, con una punta muy afilada y que parecía que de esta punta saliese fuego. Ver todo esto y observar cómo dicho personaje lanzaba dicho arnés con gran violencia sobre el alma, fue todo una misma cosa. Lancé un muy apurado lamento; me sentí morir. Dije al niño que en aquellos momentos estaba confesando, que se retirase porque me sentía mal y no podía seguir las confesiones".
San Pío de Pietrelcina, recordado devotamente como "Padre Pío", nació en Pietrelcina, Italia, el 25 de mayo de 1887. Vivió una vida religiosa discreta como capuchino, pero las manifestaciones sobrenaturales de diversos dones atrajeron numerosos fieles a quienes servía sobre todo en el Sacramento de la penitencia. Sufrió graves incomprensiones y acusaciones, pero finalmente la Iglesia reconoció la veracidad de sus dones. Su fiesta se celebra el 23 de septiembre.+
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