Mons. Oscar Ojea realizó el Lavatorio de los pies en la cárcel
“Vamos a dejarnos lavar los pies por el Señor; piensen que Jesús lo hizo a cada uno como es, porque el Señor nos quiere como somos; no nos quiere como tendríamos que ser, no nos pone condiciones; el amor de Dios es incondicional”, expresó en la homilía.
“Él se pone a nuestra merced, nos limpia, nos posibilita seguirlo, nos posibilita que esos pies, después de ser lavados puedan tener buenos caminos, puedan caminar por sendas buenas. Por un lado pisan la tierra, y por otro lado, llegan a muchos lugares”, sostuvo.
La celebración eucarística transcurrió en un ámbito de profunda comunión.
“Vamos a pedirle al Señor que los caminos de nuestra vida sean siempre buenos, que Él pueda purificarlos como en el día de hoy en este lavatorio de los pies que celebremos tener un Dios que nos dejó estos momentos de servicio; verdadero cristiano es el que sabe servir al otro, ese es el que tiene la herencia de Jesús”, concluyó.+
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