Obispos patagónicos: “Transformemos los lugares de muerte en lugares de vida”
En un mensaje de Pascua conjunto, los prelados pidieron reconocer en el llanto de María Magdalena junto a la tumba de Jesús a “tantos y tantas que, doblegados por los dolores de la vida, han quedado sin fuerzas para seguir adelante” y advirtieron que “como en cada época, los llantos en la nuestra no escasean”.
“Todos tenemos experiencias de impotencia cuando la unidad y comunión en la familia parecen imposibles; cuando el sueldo no alcanza; cuando los derechos de ayer se ‘rediseñan’ y desaparecen en defensa de no se sabe qué intereses económicos; cuando los ajustes para normalizar el país, la provincia o el municipio siempre empiezan y terminan en los mismos bolsillos flacos”, puntualizaron.
Y exclamaron: ¡Cuánto llanto en nuestros jubilados, sin otra expectativa que la resignación! ¡Cuánto llanto en tantas familias porque un hijo ha caído en la droga, porque el padre se ha vuelto alcohólico o por la precariedad laboral! ¡Cuánto llanto en los jóvenes que quieren crecer, avanzar, aportar sus capacidades y ven cerrado su futuro!
“¡Cuánto llanto en mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, o a quienes se les propone el aborto como una rápida solución a su profunda angustia por ese niño que, sin ser esperado ni directamente buscado, está vivo y creciendo en su interior! ¡Cuánto llanto reprimido en migrantes que siguen buscando un lugar digno para vivir!”, expresaron.
Los prelados patagónicos consideraron que “esta mujer en llanto podría ser también nuestra Patagonia, tierra nuestra que sufre y llora cuando algunos la quieren llenar de basura, cuando la expolian, cuando crece el extractivismo sin licencia social que sólo mira el presente inmediato y no mide las consecuencias trágicas de su intervención en los recursos naturales, humanos y culturales”.
“Qué sensación de impotencia cuando percibimos que ¡se llevan todo y siempre van por más!, tentándonos con un presente un poquito mejor a fuerza de hipotecar el futuro y hacer que de ‘la casa común’ no queden sino los escombros para las futuras generaciones!”, sostuvieron
Los obispos de la Patagonia Comahue llamaron a ponerse en movimiento “por y con Jesús resucitado”, para afrontar el desafío de “redefinir las búsquedas y explorar caminos y acciones en los que el bien común, el proyecto colectivo, ¡comunitario!, emerja con claridad y con una fuerza incontenible. No podemos ni debemos caminar solitariamente”.
“Querer renovar la historia supone que seamos muchos los que salgamos del lugar del lamento y de los brazos caídos. Y juntos, reconociéndonos como don de Dios para este momento de la historia, vayamos al encuentro de tantos hermanos y hermanas que están esperando un aliento y una oportunidad para ponerse de pie, para arremangarse y construir con libertad una historia que tenga sentido vivirla. Hoy son tantos los jóvenes, adultos, ancianos, que precisan una nueva motivación y un espacio que los ponga en movimiento, que los haga sentirse útiles!”, afirmaron.
Los obispos patagónicos recordaron que celebrar la Pascua es “celebrar el encuentro con Jesús vivo y resucitado que nos sostiene y le da sentido a nuestra vida” y convocaron: “Con Él transformemos los lugares de muerte en lugares de vida. Y recuperemos la alegría y el asombro ante los frutos imprevistos de amor y de paz con que Él bendice nuestros esfuerzos sostenidos, guiando así, providentemente, la historia nueva de Salvación”.
“Pidamos a María, madre de Jesús y madre nuestra que, aún en medio de situaciones difíciles y debilidades personales, la Pascua de Jesús sea también Pascua nuestra. Pascua de la alegría, del compromiso y la esperanza. ¡Muy Felices Pascuas de Resurrección!”, concluyeron.
Firman el mensaje los obispos Fernando M. Croxatto (Neuquén), Marcelo A. Cuenca (Alto Valle del Río Negro), Juan José Chaparro CMF (San Carlos de Bariloche), Miguel Ángel D’Annibale (Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Comodoro Rivadavia) Esteban M. Laxague SDB (Viedma), José Slaby CssR. (Esquel), Alejandro P. Benna y Roberto P. Álvarez (obispos auxiliares de Comodoro Rivadavia), Miguel E. Hesayne (emérito de Viedma), Marcelo A. Melani SDB (emérito de Neuquén), Virginio D. Bressanelli SCJd (emérito de Neuquén), Néstor H. Navarro (emérito de Alto Valle del Río Negro), Fernando M. Bargalló (emérito de Merlo-Moreno).+
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