Uno de los motivos de su entronización fue para “suplicar a María su intercesión para que haya suficientes nevadas” en la zona, para el bien de todo el oasis.
La santa misa fue presidida por el administrador apostólico “sede vacante” de Mendoza, monseñor Dante Braida, con quien concelebraron monseñor Rafael Rey, obispo emérito de Zárate-Campana, que atiende pastoralmente la zona de Potrerillos, y el sacerdote redentorista padre Federico Cascone, que realiza su labor pastoral en Alto Manantiales. De la celebración eucarística participaron habitantes del lugar y personas venidas de distintos puntos del Gran Mendoza.
En la homilía, monseñor Braida resaltó el lugar de la Virgen en el camino de la fe, y cómo ella siempre nos presenta a Jesús para que lo escuchemos y sigamos. Luego agregó que “Ella está aquí entronizada para reunir a sus hijos y escuchar sus peticiones, y también para que le supliquemos su intercesión para que haya suficientes nevadas en la zona”.
Por otra parte, llamó a la reflexión sobre las causas humanas de la carencia de nieve, debido el cambio climático que produce un calentamiento global que daña nuestro hábitat, produciendo entre tantos efectos, un constante crecimiento del nivel del mar, y un derretimiento de los hielos polares y de las nieves de montaña.
Tomando palabras de la encíclica del papa Francisco Laudato si’, señaló que “la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan como la concentración de gases de efecto invernadero, la deforestación, etc.
También señaló, junto con el Papa, el mal de la indiferencia ante abusos de la naturaleza que hace que haya una pérdida del sentido de responsabilidad para con nuestros semejantes.
Para vencer esa inferencia, señaló la responsabilidad de cada uno en el cuidado de la “casa común”, y en esto destacó las propuestas del Papa al invitarnos a promover una “educación y espiritualidad ecológica”, que nos ayuden a tomar conciencia de que “no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse”.
Para finalizar, expresó que “la presencia de la Virgen de las Nieves aquí, es una invitación a acudir siempre al encuentro de Dios, a salir al encuentro del hermano y a reunirnos para que, con la ayuda de Dios, podamos mirar y asumir los desafíos de este tiempo. A su vez, esta imagen, con el Niño Jesús en brazos, nos anima a cuidar la vida, a defenderla desde el seno materno y a ayudarla a crecer en todas sus etapas”.
Antes de finalizar la misa monseñor Braida bendijo la imagen de la Virgen de las Nieves que inmediatamente fue puesta en la ermita preparada para Ella. Finalmente bendijo a los numerosos niños presentes y a todos los fieles.+
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