Mons. Cargnello: Jesús golpea el corazón como un pobre que nos necesita
“Cada año tiene una particularidad. Este año estamos marcados, en primer lugar por la carta del Papa: ahí él nos invita a ligar el misterio de la Navidad con la Eucaristía. La santísima Virgen María quiso ponerlo al Niñito envuelto en pañales sobre un pesebre. El pesebre es el lugar donde comían los animales. Desde niñito ya se anticipó como pan para la vida del mundo”, señaló, por lo que aconsejó: “No desvinculemos la celebración de la Navidad con la Eucaristía. Que en algún momento de este día celebremos la Eucaristía, si es posible en familia, en nuestras parroquias, para que podamos experimentar la gracia de la Navidad”.
En segundo lugar, deseó “que podamos descubrir al Señor que nos viene a llamar en esta Navidad, en el corazón de los que nos necesitan. Él, que golpea el corazón nuestro, la vida nuestra, como un pobre que nos necesita. Puede ser alguien cercano o no tan cercano. Puede ser uno, pocos, muchos, que están reclamando mi mirada, mi preocupación y mi ocupación por ellos. Que tengamos la apertura de corazón para no cerrar la puerta y dejar que el Señor también nos llame desde el rostro de los más pobres”.
“Y en tercer lugar estamos marcados también por la figura de la Santísima Virgen. Ya estamos en pleno Año Mariano Nacional. Nadie como ella, que se hizo discípula de su propio hijo”, consideró. “Parafraseando al Dante que decía ‘Salve, María, hija de tu hijo’, podemos decir ‘Salve, María, discípula de Aquel que te enseñó’. Que también nosotros como ella, sepamos aprender de Jesús, pero desde el corazón de la Madre”, animó.
Finalmente, agregó un último punto: “Este año probablemente tengamos la gracia de la beatificación de fray Mamerto Esquiú, el gran constructor y el gran servidor de la unidad nacional en la última etapa del siglo XIX, el que nos invitó a respetar la ley. Probablemente sea él quien encienda una lámpara para que aprendamos a ser ciudadanos que aman de verdad al país”, anheló.+
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