Con el cielo cubierto y un viento fresco, comenzaron a caer las primeras gotas y los presentes propusieron trasladar la celebración a la capilla Santa Rita para resguardarse. Sin embargo, se decidió avanzar con la celebración al aire libre.
A las 20, hora del inicio de la misa, el viento se detuvo y el predio se colmó de fieles, aunque el cielo continuaba gris, cubierto de nubes.
Luego de la primera lectura: «El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz», al entonarse la antífona del salmo: «Hoy nos ha nacido un salvador, el Mesías, el Señor”, se abrió un hueco entre las nubes y se proyectó un rayo de luz sólo sobre la imagen de la Virgen.
Una prueba de lo singular del acontecimiento fue que muchas personas quisieron registrar el momento. Eso permite tener ahora un archivo fotográfico que documenta desde distintas perspectivas el fenómeno.+
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