Bajo la firma de su arzobispo y rector, monseñor Víctor Manuel Fernández, la UCA considera que el protocolo contradice el marco jurídico vigente, amplía de hecho las causales previstas por el Código Penal para no punir la realización de abortos, afecta la forma federal de gobierno –al exigir su aplicación en todo el país- y limita la acción de los médicos –privados de la objeción de conciencia- y de los padres de las menores de edad.
Entre las consideraciones médicas, la institución académica recuerda al ministro Gollán que el embrión es un ser humano y que al aborto “no constituye un acto médico” puesto que vulnera la vida humana del no nacido y la salud de la mujer; también manifiesta preocupación por el límite a la objeción de conciencia y recuerda que la defensa de la vida “ha sido siempre la finalidad de la profesión médica”.
En un tercer apartado, la casa de altos estudios pone de manifiesto consideraciones bioéticas. Sostiene que el actual protocolo “presenta graves falacias en la aplicación del principio de autonomía”, porque “proclama la autonomía del paciente y a la vez cercena los derechos del médico y de la institución”, en referencia a la imposibilidad que los médicos tendrían de evitar el aborto, puesto que el protocolo no permite al profesional aconsejar a la embarazada.
Para la UCA, también se pervierte el principio de no maleficencia y el respeto a-pari que mercen la vida de la mujer y la del niño por nacer. “¿Quién puede afirmar que sea terapéutico provocar la muerte de un ser humano sano, máxime considerando su mayor fragilidad e indigencia? ¿Cómo considerar que el aborto no daña irreparablemente una de las vidas en juego? ¿Quién se ocupa de defender los derechos de la mujer que es gestada?”, interpela la universidad.
Con estas reflexiones, las autoridades de la UCA “quieren llamar la atención sobre la necesidad de revisar las políticas públicas en este delicado campo” a fin de “optar por las vías más humanitarias de inclusión y cuidado de la vida de la madre y de su hijo”.
La misiva enviada al ministro Gollán también lleva la firma del doctor Miguel Ángel Schiavone, decano de la Facultad de Ciencias Médicas, y del doctor Daniel Herrera, decano de la Facultad de Derecho.+
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