Mons. Frassia dio tres claves para los comunicadores diocesanos
Además de conocer las propuestas de la flamante Comisión Episcopal de Comunicación Social, la reunión sirvió para organizar el III Seminario de Formación por realizarse los días 24, 25 y 26 de julio.
La jornada contó con la presencia de monseñor Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús; el presbítero Martín Bernal, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal, y representantes de la arquidiócesis de Buenos Aires y las diócesis de Gregorio de Laferrere, San Miguel, San Justo, San Isidro, Merlo-Moreno, Morón y Lomas de Zamora, además de la Comisión Diocesana de Medios de Comunicación (Codimec) de Avellaneda-Lanús, anfitriona del encuentro.
Luego de dar la bienvenida y agradecer su presencia, monseñor Frassia hizo referencia a la comunicación destacando que “es evangelización, es anuncio, es testimonio” y mencionó tres aspectos importantes para los comunicadores: una mirada positiva, una mirada de fe y vivir la “experiencia del Resucitado”.
“Primero: Hay que ser positivos porque siendo positivos nos cargamos de esperanza; segundo: hay que tener una mirada de fe en todas las cosas que hacemos. Si uno tiene fe, los frutos se dan y aunque uno no los vea, los recogerán otros. Pero la mirada sobrenatural, la mirada de fe, es en la Iglesia porque no somos una empresa, no somos una ONG, sino que guiados por el Espíritu Santo, los comunicadores tenemos que saber a Quién representamos ya que no somos el centro porque el centro es Él y cuando se tiene clara esta realidad, no se confunde ni confunde a los demás; por eso es importante la claridad del comunicador”, precisó.
El prelado indicó como tercero y “muy importante” partir de la experiencia del Resucitado, al afirmar: “Nosotros estamos resucitados, no somos personas vencidas que estamos por ahí dando lástima, arrastrando el carrito y durando. No duramos sino que vivimos y vivimos como resucitados; nos apoyamos en Aquel que hace la historia, con nosotros y en nosotros; pero es Él quien hace la historia. Por eso debemos vivir con esa experiencia del Resucitado, de lo contrario uno sigue concentrado en uno mismo. El Espíritu Santo es el Gran Comunicador”.+
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