La misa de ordenación fue presidida por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por sacerdotes diocesanos y de otras diócesis, además de la participación de varios diáconos permanentes. También estuvieron familiares y amigos de los nuevos diáconos, y seminaristas.
En la homilía, monseñor Martínez explicó que el diaconado “es un sacramento del Orden Sagrado y eso hace que a partir de ahora en la vida de ellos va a haber un cambio cualitativo, porque ellos recibirán un sacramento que imprime un carácter que los hará formar parte del clero. Este sacramento tiene tres grados: el diaconado, el presbiterado y el episcopado”.
“Ellos reciben ahora el diaconado en camino al llamado que sienten en su corazón y que es la vocación del sacerdocio, o sea que esto ya está anunciando que dentro de no tanto tiempo serán ordenados, si Dios quiere, sacerdotes. La Iglesia pide que ellos reciban, antes de ser sacerdotes, el orden diaconal, para identificarse con Cristo servidor, esta es una configuración fundamental en el servicio y en la caridad”, subrayó.
El prelado reconoció la falta de sacerdotes que existe en las comunidades de la diócesis, sobre todo por el crecimiento demográfico y reflexionó: “Es una bendición que exista crecimiento demográfico, pero también esto nos hace ver cómo nos faltan pastores para acompañar al Pueblo de Dios, pero Él no deja de proveernos de vocaciones y de jóvenes que responder generosamente y por ello hoy le damos gracias y estamos tan felices. Le agradecemos a Dios y a éstos jóvenes que responden con generosidad al llamado”.
Al referirse al lema elegido por los diáconos para su ordenación, monseñor Martínez destacó que ese capítulo del evangelio según San Juan “se manifiesta la experiencia del amor y seguramente lo eligieron, porque ellos también han experimentado ese amor misericordioso de Dios en sus vidas y en cada vocación experimentamos el Amor de Dios, porque Él nos elige en nuestra pequeñez y lo hace gratuitamente”.
Al finalizar la ordenación y antes de terminar la misa, los nuevos diáconos hablaron al Pueblo de Dios y manifestaron su agradecimiento al Señor por sus vidas y su llamado y también a todos los que los acompañan cada día.+
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