Las jornadas católico-islámicas fueron organizadas por el Instituto de Diálogo Interreligioso, la Organización Islámica para América Latina y la Organización Islámica para la Educación, la Cultura y las Ciencias (Isesco).
Representantes de las organizaciones católicas e islámicas, y líderes religiosos y académicos de ambos credos compartieron cuatro sesiones de trabajo donde se abordaron temas como la cultura religiosa y los valores humanos comunes, la promoción del diálogo entren los seguidores de las religiones para fomentar la solidaridad humana, los estereotipos distorsionados de las religiones y las formas de corregirlos, y el papel de las instituciones religiosas en la promoción del respeto mutuo,
La sesión de apertura contó con la presencia del cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos y primado de la Argentina; el vicecanciller argentino, Eduardo Zuain; el director general de la Organización Islámica para la Educación, la Cultura y las Ciencias (Isesco), Abdulaziz Othman Altwaijri; el secretario general de la Organización Islámica para Latinoamérica y el Caribe, Muhammad Yususf Hallar, y el presidente del Instituto del Diálogo Interreligioso, Omar Ahmed Abboud.
Los participantes expresaron su determinación para promover activamente el diálogo, en pos de trabajar para la paz en mundo, la preservación de la dignidad humana y apoyar la cooperación entre cristianos y musulmanes.
Tras el encuentro, dieron a conocer una declaración en la que realzan la importancia del diálogo intercultural e interreligioso para promover una cultura de mutuo respeto y de solidaridad entre creyentes de las distintas tradiciones religiosas. Se habló de preservar el conjunto de valores que hacen posible una cultura de convivencia: el mutuo respeto, la solidaridad, el respeto a la Creación, la justicia social y los derechos humanos.
También se destacó a la familia, porque “preservar y defender los núcleos familiares es defender a la especie humana en su conjunto”, y “para ello es imprescindible una educación sólida en valores”.
Los participantes de este congreso testimonian su empeño para alcanzar tales objetivos con los siguientes principios básicos: promover valores morales comunes, incentivar un mutuo respeto, animar la solidaridad, propiciar una cultura de paz y de respeto por el derecho a la vida, repudiar y condenar cualquier acto de violencia o persecución, y reconocer el patrimonio religioso y cultural de los pueblos del mundo.+
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