La visita, que no aparecía en el programa divulgado por la Santa Sede, reunió a una entusiasta multitud y a representantes de la Pastoral Juvenil Ignaciana, que se congregaron en los alrededores del templo.
Tres niños de la comunidad de la parroquia ubicada en Centro Habana dieron la bienvenida con un ramo de rosas amarillas al papa Bergoglio, quien pertenece también a la Compañía de Jesús.
El pontífice bendijo a una joven discapacitada, también de esa comunidad, que lo esperó en su silla de ruedas a las puertas del templo.
Según refirió a EFE el superior de los jesuitas en la isla, el padre Juan Miguel Arregui SJ, el un encuentro fue “muy emotivo, afectivo, de mucha emoción contenida, aunque fue muy rápido”. El sacerdote sostuvo que, para la comunidad jesuita, “fue un momento histórico que nos anima a la misión en Cuba".
Algunos fieles presentes se declararon "muy contentos y orgullosos" con la visita del papa Francisco a la isla. "Él es un paradigma de la Iglesia católica de los últimos tiempos y todos estamos llenos de esperanza y de misericordia, como él mismo viene predicando", dijo un joven.+
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